Archivo por meses: noviembre 2012

Olor a pan en Palestina

bread

Mahmud Darwix escribió en un poema que pese a la cárcel, la muerte y los invasores había razones de sobra por qué vivir en Palestina, como “los titubeos de abril, el olor del pan al amanecer”.

Sesenta y cinco años después de la resolución que decretó la partición de la histórica Palestina (dando pie a la nakba, o catástrofe del éxodo de más de 700.000 refugiados palestinos que siguió a la creación del Estado de Israel) Palestina ha obtenido el reconocimiento de la ONU como “Estado observador no miembro” pese a la vehemente oposición de Israel y su aliado Estados Unidos.

Más allá de su enorme valor simbólico (el reconocimiento de facto por parte de la comunidad internacional de que Palestina es un estado soberano), la resolución concede a los palestinos un mayor perfil en sus intervenciones durante las reuniones de la ONU, aunque todavía no podrán votar en las sesiones de la Asamblea General.

Palestine

Más significativamente, el cambio puede traer importantes implicaciones políticas y legales: los palestinos podrán dirigirse a la Corte Penal Internacional (CPI) para denunciar presuntos genocidios, crímenes de guerra o crímenes contra la humanidad cometidos por las autoridades de Israel (léase las operaciones en Gaza, donde han muerto niños y familias enteras bajo las bombas), o a otros organismos, como la Agencia Internacional de la Energía Atómica.
Sobre el terreno habrá pocos o ningún cambio: la ocupación de Cisjordania y los puestos de control no desaparecerán, el crecimiento de los asentamientos judíos y la demolición de casas en Jerusalén Este no se verán frenadas, Gaza permanecerá prácticamente bloqueada y la construcción del muro de separación seguirá su curso.

thCALR0JEA

Dirigentes palestinos, para quienes la resolución supone un “certificado de nacimiento”, han argumentado que tras el voto Israel ya no podrá designar los territorios palestinos como “tierra en disputa”, un reconocimiento de los límites de antes de la guerra de 1967. Israel, por su parte, ha querido restar trascendencia a la resolución, reiterando que la creación del Estado de Palestina no está mas cerca e instando a los palestinos a regresar a las negociaciones de paz “sin precondiciones”.

Pero pese al júbilo que ha desatado el voto entre los palestinos, es innegable que el tiempo de los dos Estados, uno judío y otro árabe, se acaba. Sin la decidida mediación de Estados Unidos, el llamado proceso de paz será un viaje a ningúna parte. Los palestinos seguirán pasándose de generación en generación las llaves de sus casas demolidas, viviendo en ese limbo existencial que Darwix definió como “no estar vivo ni muerto, no ser ni no ser”, en tanto que Israel vivirá cada vez más aislada política y demográficamente y en perpetuo estado de guerra.

Expulsado de su tierra en 1948, Darwix (por cierto, su traductora al castellano, la arabista Luz Gómez García, ha ganado esta semana el Premio Nacional de Traducción), hizo del exilio y el despojamiento una patria interior. El aeropuerto es un país para quien no tiene país, dejó escrito antes de morir en Houston en 2008, un lugar donde “nadie me pregunta quién soy, nadie se fija en mi andar vacilante, en el botón que le falta a mi abrigo, en la mancha de aceite de mi camisa”.

Quizá estemos ante la última oportunidad.

Obama 2.0

USA-CAMPAIGN/

Tras una ardua y maratoniana campaña, Obama 2.0 se enfrenta ahora a dos de sus retos más urgentes: unificar una nación profundamente dividida a lo largo de fallas raciales, sociales y culturales y relanzar una economía que ha perdido vitalidad en la carrera de la globalización.

Según los primeros sondeos, Obama se llevó el 69 por ciento del voto hispano, frente al 29 por ciento de Romney. Tal y como era de esperar, Obama también ganó holgadamente el voto de los afroamericanos y perdió por amplio margen el apoyo del votante blanco.

Los jóvenes, en sintonía con Obama en temas como el cambio climático, el gasto militar o el matrimonio homosexual, también se decantaron por el presidente; los primeros sondeos apuntan por otra parte que el voto femenino se inclinó por Obama con una proporción de 2-1.

En líneas generales, el caudal republicano sigue procediendo del votante de más de 40 años, blanco y de clase obrera de zonas rurales o suburbanas, mientras que los demócratas han construido un fortín electoral entre los votantes urbanos y jóvenes y entre las minorías. Teniendo en cuenta las proyecciones demográficas del país, los republicanos deberán hacer un profundo examen de conciencia si no quieren convertirse en un partido minoritario.

Sin embargo, la relección de Obama dista mucho de ser un cheque en blanco.  Aunque el candidato demócrata ha vencido en todos los Estados indecisos (Ohio, Florida, Virginia), los republicanos conservan su mayoría en la Cámara de Representantes, lo que augura agrias disputas en temas clave como los impuestos o la reducción del déficit.

Los líderes republicanos han anunciado que no aflojarán su implacable oposición a Obama en temas como el papel del Estado.

La economía americana ha visto su hegemonía amenazada por la emergencia de China, India y Brasil y Obama tendrá que defender los intereses americanos en un mundo complejo y multipolar.

Tea-party6

La pugna por el alma de América y las llamadas guerras culturales seguirán actuando de acicate para las huestes del Tea Party y los nostálgicos del viejo Destino Manifiesto (la creencia de que el pueblo de Estados Unidos es elegido por Dios para comandar el mundo).

El Obama de 2012 está lejos del candidato que deslumbró al mundo en 2008 con sus promesas de cambio y su mensaje de esperanza. Cuatro años en la Casa Blanca pasan factura a cualquiera y los americanos han votado por el candidato más fiable. El idealismo del primer Obama ha dado paso a un político pragmático. En su balance está la ley que creó la cobertura médica universal, pero también sus promesas rotas con respecto a Guantánamo.

La tradición política americana dice que un presidente deja su legado en la historia en su segundo mandato. Obama tendrá que definir sus prioridades y trabajar con la oposición. Un déficit desbocado y la amenaza de un Irán nuclear no le darán respiro. No serán cuatro años fáciles.