Archivo por días: 7 noviembre, 2012

Obama 2.0

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Tras una ardua y maratoniana campaña, Obama 2.0 se enfrenta ahora a dos de sus retos más urgentes: unificar una nación profundamente dividida a lo largo de fallas raciales, sociales y culturales y relanzar una economía que ha perdido vitalidad en la carrera de la globalización.

Según los primeros sondeos, Obama se llevó el 69 por ciento del voto hispano, frente al 29 por ciento de Romney. Tal y como era de esperar, Obama también ganó holgadamente el voto de los afroamericanos y perdió por amplio margen el apoyo del votante blanco.

Los jóvenes, en sintonía con Obama en temas como el cambio climático, el gasto militar o el matrimonio homosexual, también se decantaron por el presidente; los primeros sondeos apuntan por otra parte que el voto femenino se inclinó por Obama con una proporción de 2-1.

En líneas generales, el caudal republicano sigue procediendo del votante de más de 40 años, blanco y de clase obrera de zonas rurales o suburbanas, mientras que los demócratas han construido un fortín electoral entre los votantes urbanos y jóvenes y entre las minorías. Teniendo en cuenta las proyecciones demográficas del país, los republicanos deberán hacer un profundo examen de conciencia si no quieren convertirse en un partido minoritario.

Sin embargo, la relección de Obama dista mucho de ser un cheque en blanco.  Aunque el candidato demócrata ha vencido en todos los Estados indecisos (Ohio, Florida, Virginia), los republicanos conservan su mayoría en la Cámara de Representantes, lo que augura agrias disputas en temas clave como los impuestos o la reducción del déficit.

Los líderes republicanos han anunciado que no aflojarán su implacable oposición a Obama en temas como el papel del Estado.

La economía americana ha visto su hegemonía amenazada por la emergencia de China, India y Brasil y Obama tendrá que defender los intereses americanos en un mundo complejo y multipolar.

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La pugna por el alma de América y las llamadas guerras culturales seguirán actuando de acicate para las huestes del Tea Party y los nostálgicos del viejo Destino Manifiesto (la creencia de que el pueblo de Estados Unidos es elegido por Dios para comandar el mundo).

El Obama de 2012 está lejos del candidato que deslumbró al mundo en 2008 con sus promesas de cambio y su mensaje de esperanza. Cuatro años en la Casa Blanca pasan factura a cualquiera y los americanos han votado por el candidato más fiable. El idealismo del primer Obama ha dado paso a un político pragmático. En su balance está la ley que creó la cobertura médica universal, pero también sus promesas rotas con respecto a Guantánamo.

La tradición política americana dice que un presidente deja su legado en la historia en su segundo mandato. Obama tendrá que definir sus prioridades y trabajar con la oposición. Un déficit desbocado y la amenaza de un Irán nuclear no le darán respiro. No serán cuatro años fáciles.