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EL PROBLEMA COMO MOTOR DE LA INTELIGENCIA

Crisis y oportunidad.

El problema puede considerarse como el motor de la inteligencia ya que la enciende y la moviliza para que entre en acción. Una vez aceptado el problema, se activa el pensamiento: el instrumento que posee la mente para su resolución.

Sobre el pensamiento se habla mucho pero se hace poco. En el lenguaje cotidiano, se utiliza el verbo “pensar” de manera inapropiada, por ejemplo, como sinónimo de asociar, recordar o creer. Pensar, en el sentido reflexivo de la palabra, implica comprender la situación, inventar la solución y actuar en consecuencia.

Utilizar el imperativo piense es, en realidad, una paradoja. A ninguna persona se la puede obligar a pensar porque el pensamiento actúa reflexivamente cuando su socio estratégico (el problema) aparece.

El problema es entonces una oportunidad para utilizar la inteligencia y, por lo tanto, debe ser encarado con una visión optimista.

Para provocar un intenso movimiento interior que promueva un cambio en la vida, hay que adquirir el hábito del pensamiento como instrumento, desarrollar la capacidad de observación o de descubrir aquello que los demás no pueden ver, y fijar objetivos en lugar de limitarnos a reaccionar ante lo que sucede.

La necesidad, que es la madre del problema, es la consecuencia del deseo.

Se pueden distinguir dos fases por las que atraviesa la invención de una idea: nace en el hemisferio derecho, el sitio de la imaginación creadora, y continúa por el hemisferio izquierdo, donde se detiene hasta que se convierte en proyecto. La ejecución global de este proceso es la materialización de la idea como logro. Así es como el creador convierte su espíritu en materia.

Los pasos del pensamiento.

Para resolver un problema, el pensamiento utiliza un camino indirecto: obtiene conclusiones derivadas de los conocimientos que posee y los relaciona con los datos.

El conocimiento de lo general es básico para cualquier propósito ya que permite predecir lo que ocurrirá y planificar en consecuencia.

El pensamiento es el que hace el trabajo de generalizar e individualizar, es como un reflejo de la realidad que se hace posible gracias al lenguaje. Lo general se nombra con palabras, es decir, la palabra “árbol” representa a todos los árboles. Sin palabra, no hay generalización posible: el lenguaje es la realidad inmediata del pensamiento que permite ir más allá de la sensación y de la percepción.

El pensamiento, entonces, puede llegar mucho más lejos, y más rápidamente que la percepción porque mediante la generalización se puede concluir inclusive sobre aquello que no se ve.

Lo sensorial es la base del conocimiento ya que se aprende por contacto con la realidad. La práctica es la fuente, refuerza lo que se sabe y comprueba si el saber es consistente con respecto a los hechos o verdades que afirma.

Existe un doble sistema de señales: los hechos (lo real, lo que acontece) y los signos. Tanto uno como el otro se complementan en la mente del hombre.

El pensamiento difiere de persona a persona según su:

· Amplitud: Es la posibilidad de abarcar el problema en su conjunto, con sus características generales y particulares.

· Profundidad: Tiene que ver con llegar a las causas y consecuencias, inmediatas y remotas, y a sus fundamentos.

· Independencia: Es la capacidad de tener pensamientos propios y la posibilidad de ejercer sobre ellos la autocrítica.

· Flexibilidad: Se relaciona con variar los medios y los enfoques para solucionar los problemas ante los fracasos.

· Consecutividad: Es observar el orden, sin saltar erráticamente de un tema al otro aplicando los principios lógicos de la identidad, la no contradicción y el del tercero excluido.

· Rapidez: Está en relación con el timing para que la solución no llegue después del momento en que era necesario obtenerla.

El valor de las ideas.

El valor del pensamiento lógico queda planteado, la lógica fue la base del progreso de la ciencia. Sin embargo Einstein dijo que nunca descubrió nada nuevo con su hemisferio racional. Fueron pequeñas ideas las que transformaron al mundo. Lo que necesitamos es descubrir nuestro genio interior y llevarlo a la práctica con el auxilio de las ideas simples que se filtran con facilidad y que no reciben reparos por incomprensión o intereses en pugna ni generan la resistencia que sí provocan las propuestas complejas. El creador es el mejor imitador que tiene Dios en la Tierra porque genera un producto concreto de la nada.

Un arquitecto que ha descubierto su vocación y la ejerce con placer, pasa por un terreno e imagina la casa de sus sueños. Como tiene competencia y capacidad para concretar su idea, puede llevarla a la práctica con los recursos necesarios.

Examinemos algunos ejemplos de la historia sobre pequeñas ideas que produjeron grandes cambios:

· La fórmula elemental de guardar los fósforos en una cajita y su posterior automatización le dio a los suecos el monopolio sobre esa industria.

· King C. Gillette inventó la hoja de afeitar mientras se afeitaba. Partió de la premisa de inventar un producto que obligara a los hombres a comprarlo durante toda la vida.

· Albert Einstein descubrió la teoría de la relatividad imaginando que viajaba en la punta de un rayo de luz.

· Los medios masivos de difusión surgieron de la combinación entre el linotipo de Ottmar Mergenthaler, que hizo posible el periódico de impresión rápida y en escala, y la publicidad gráfica. El precursor fue Joshep Pulitzer que recurrió a esta fórmula para distribuir noticias y obtener ganancias al mismo tiempo.

· Nyels Finsen observó un gato en el tejado que se movía hacia el sol y tuvo una idea que lo convirtió en poco tiempo en el precursor de la lámpara de rayos ultravioletas.

· Jacobo Schaffer descubrió el papel cuando investigaba cómo las avispas lo obtenían de los árboles. Revolucionó al precario método que utilizaba trapos viejos para fabricarlo.

· Louis Wartemann inventó la pluma estilográfica después de perder un negocio por derramar tinta sobre el contrato.

· Thomas Edison se propuso iluminar un hilo muy fino y después de mil fracasos llegó a inventar la lámpara eléctrica.

· Los enormes huesos del oído son operados por una delicada membrana. Alexander Graham Bell pensó que podía imitar este sistema con piezas de acero. De esta manera inventó el teléfono.

· El planeta Neptuno se descubrió ya que José Leverrier supuso su existencia al observar las perturbaciones en el movimiento del planeta Urano.

· Otto Lilienthal inventó el planeador por comparación con el tipo de alas de las aves.

Pon a prueba tu mente con Pensamiento Lateral

Lee el artículo y contesta las consignas de abajo:

El término pensamiento lateral fue concebido por Edward de Bono para describir un tipo de pensamiento distinto al pensamiento convencional o lógico. En el pensamiento convencional (o vertical), avanzamos a lo largo de líneas familiares usando experiencias y suposiciones que parten de situaciones similares. Nos apoyamos en la lógica y las suposiciones que empleamos antes. Utilizamos un enfoque lógico y racional.

Sin embargo, a veces este proceso deja de sernos útil. Se nos presentan límites que solo podemos superar dejando de lado nuestras suposiciones básicas y enfocando el problema desde un ángulo completamente nuevo, por ejemplo, mediante el pensamiento lateral.

Los problemas de pensamiento lateral son a menudo extrañas situaciones que requieren de una explicación. Se resuelven a través de un dialogo entre el que sabe la solución y él, o los que pretenden imaginarse la respuesta. Estos enigmas generalmente no contienen suficiente información por lo que dificultan la solución. La clave del proceso es efectuar preguntas. Las preguntas pueden recibir solo tres posibles respuestas: si, no o irrelevante.

Las diferencia entre el pensamiento vertical y el pensamiento vertical son:

PENSAMIENTO VERTICAL

PENSAMIENTO LATERAL

El pensamiento vertical se mueve sólo si hay una dirección en que moverse.

El pensamiento lateral se mueve para crear una dirección.

El pensamiento vertical sabe lo que está buscando.

El pensador lateral busca pero no sabe lo que busca hasta que lo encuentre.

El pensamiento vertical es analítico.

El pensamiento lateral es provocativo.

El pensamiento vertical se basa en la secuencia de las ideas.

El pensamiento lateral puede y debe efectuar saltos.

En el pensamiento vertical se usa la negación para bloquear bifurcaciones.

En el pensamiento lateral no se rechaza ningún camino y se exploran todos por absurdos que parezcan.

En el pensamiento vertical se excluye lo que parece no relacionado con el tema.

En el pensamiento lateral se investiga hasta lo que parece totalmente ajeno al tema.

En el pensamiento vertical las categorías, clasificaciones y etiquetas son fijas.

En el pensamiento lateral nunca lo son.

En el pensamiento vertical se siguen los caminos más evidentes.

En el pensamiento se buscan los menos evidentes.

El pensamiento vertical es un proceso finito.

El pensamiento lateral es un proceso probabilístico.

Hoy es irrefutablemente reconocido, que el pensamiento lateral es una fuerza importante y necesaria para el cambio. Es una habilidad que puede permitirnos resolver problemas en casa, en el estudio o en el trabajo. Puede ser el único modo de superar los problemas aparentemente insolubles de nuestra sociedad.

El pensamiento lateral no es una habilidad privilegiada ni mucho menos compleja, sino que es un poder latente que todos poseemos. Puede desarrollarse mediante el entrenamiento, exigiendo solo un cambio de actitud mental y un enfoque abierto a la solución de problemas.

Cuando una línea de preguntas se agota, se necesita avanzar desde otro lugar, desde una dirección completamente distinta. Y aquí es cuando el pensamiento lateral hace su presentación. Para algunas personas, es frustrante que un problema “admita” o “tolere” la construcción de diferentes respuestas que “superen” el acertijo. Sin embargo, los expertos dicen que un buen problema de pensamiento lateral es aquel cuya respuesta es la que tiene más sentido, la más apta y la más satisfactoria.

Es más: cuando uno finalmente accede a la respuesta, lo que se pregunta es: “¡¿cómo no se me ocurrió?!”. *
Para desarrollar el pensamiento lateral tienes que participar de nuestros desafíos superando los condicionamientos que te impone el pensamiento lógico.

Ahí va otra ronda de desafíos… EXITOS!!!

Consigna 1.

Algunos meses tienen 31 días, ¿cuántos tienen 30?

Consigna 2.

¿Sin esconderla en ningún lugar: en dónde se puede poner una mano para que la otra no la pueda tocar?

Consigna 3.

¿Cuál es el hombre que piensa con mayor profundidad?

Consigna 4.

¿Quién tiene todas las riquezas de un rico y todas las privaciones de un pobre?

Escribe tu respuesta y cada 10 días encontrarás las soluciones y nuevas consignas

El que no arriesga, no gana…