“El taller” es una obra de Courbet que data de 1855, con unas dimensiones de 359 x 598 cm. Actualmente esta obra se encuentra en el Museo D’Orsay, París.
…
…
Entre la treintena de figuras de tamaño natural que Courbet muestra en este cuadro, la más destacada es la mujer de pie junto al pintor. La modelo capta todas las miradas, muy al contrario que la segunda figura desnuda, un hombre que se adivina en las sombras colgadas como un santo martirizado.
Para los contemporáneos de Courbet, o por lo menos para aquellos que estaban familiarizados con sus ideas, los dos desnudos tenían un significado preciso. La figura en la penumbra, un maniquí que servia en el estudio de las poses y proporciones, simbolizaba para Courbet la tradición académica alejada de la realidad. Le preocupaba menos la tradición que la realidad encarnada aquí, en el estilo literal de la palabra, por una mujer desnuda.
Courbet pensaba que al mundo real pertenecían también aquellas gentes consideradas en la época como indignas de ser tratadas por el arte: los obreros, los mendigos, la mujer amamantando al niño que no ha sido idealizada como una madonna. Courbet los ha reunido en la parte izquierda del cuadro.
En la parte derecha ha representado a amigos, compañeros de camino, gentes que tienen una relación directa con su obra. En cuanto al taller en sí, solo se ha esbozado someramente. No se trataba tanto de representar un lugar concreto como un espacio imaginario que abarca, tal como el artista apuntó, “ siete años de mi vida artística “.
El taller no es solo una de las obras maestras del siglo XIX, sino que también puede interpretarse como un documento político. Tanto su estilo como la biografía de los hombres que representa, son un testimonio de la lucha entablada por Courbet en muchos de sus contemporáneos contra las ideas y las fuerzas dominantes de la época.
Próxima semana “Mujeres de Argel” de Delacroix
View Comments (0)