Al término de la aventura entre Frida Kahlo y Trotski, la vida de los Rivera-Kahlo siguió su curso, más o menos calmado y normal. De hecho Frida comenzó a pintar con mas ahínco, es más, mejoró mucho en cuanto a habilidad técnica. Cuando Frida era invadida por una racha de ganas de trabajar, se retiraba con absoluta dedicación a ello.

Este fué el momento en que Diego aprovechó para que su mujer participara en una exposición conjunta organizada por la Galería de Arte de Ciudad de Méjico. Entre los pocos críticos que calificaron la obra de Frida de “excepcional”, se encontraba Julien Levy, dueño de una pequeña galería, con orientación y tintes surrealistas, ubicada en Nueva York.

Con todo ello, la pintora mejicana tuvo la suerte que en abril del 1938, el poeta surrealista André Bretón viera el trabajo de Frida por primera vez. Pero resulta que Frida no llegó a simpatizar en exceso con él, puesto que sus teorías y doctrinas surrealistas le resultaban inútiles y aburridas.

A pesar de que Frida despreciaba a Bretón, éste se mostraba encantado con ella y con su pintura y le prometió que él se encargaría en preparar un muestra dedicada a la pintora en París una vez finalizase su muestra en Nueva York, organizada por Julien Levy en esta ocasión.

“Una pintora por derecho propio” fueron las palabras que catapultarían al éxito final a Frida tras su exposición en Nueva York. La prensa americana quedó encantada con la muestra. El camino ya estaba preparado para que Frida fuera considera como una de las mejores pintoras del siglo XX… ( Continuará )

BIOGRAFÍA DE FRIDA KAHLO POR IKER LANDETA

 

 

 

( Vídeo Frida Kahlo )