Retablo de Mérode ( Parte I )

El retablo de Maren[1]

 Una sala de estar, un taller, un jardín amurallado junto con una vista de ciudad con sus plazas y callejuelas son lo primero que nos llama la atención de esta obra. Seguramente el observador se imaginará un tríptico de gran formato pero en esta ocasión es de muy reducidas dimensiones. No estaba concebido para una iglesia, sino para una habitación, del mismo tamaño seguramente que representa el artista en la obra, donde María recibe al Arcángel San Gabriel. El tríptico estaba colgado en la pared y el matrimonio comitente rezaba el Ángelus ante él todos los días, rememorando con las palabras que el Arcángel anunció a María que concebiría un hijo.

Con la anunciación comienza la historia de la salvación cristiana. Debido a este hecho, los pintores solían destinar su representación a iglesias y palacios. Normalmente este hecho se representaba sobre grandes fondos dorados y en este caso en concreto, todo el relato bíblico transcurre sobre una estancia burguesa.

Que las figuras de la tabla central no son ciudadanos normales solo se detecta, además de por las alas del ángel, al compararlas con las personas de las tablas laterales: la cara del Arcángel y María son  menos realistas, y sus atuendos, mucho mas suntuosos; los meros pliegues constituyen un auténtico efecto plástico abismal.

 

TABLA CENTRAL

Ni María ni Gabriel portan aureola. El acontecimiento celestial se hace visible a través de las alas de Arcángel y de una minúscula figura desnuda que entra por la ventana circular y se desliza sobre siete rayos dorados directamente hacia María. Se trata de Jesús, y la cruz que lleva sobre sus hombros significa que salvará a la humanidad mediante su sufrimiento. Desde el punto de vista teológico, la anunciación es al mismo tiempo el acto de la concepción de María, y la semilla de Dios se representa aquí como el cuerpo en miniatura de Jesús.

No hay ni aureolas, ni Espíritu Santo en forma de paloma ni arquitecturas celestiales. Simplemente aparece una estancia de tamaño reducido con una mesa, un banco, una ventana y una chimenea. La perspectiva no está del todo lograda pero aun así los objetos están muy bien representados, con una gran precisión.

Las cosas de la vida mundana se introdujeron en la pintura de retablos bajo la influencia franciscana, la congregación seguía las normas dictadas por San Francisco de Asís en 1223. Este santo predicaba la austeridad entre otras muchas causas.

– lirios blancos, toalla blanca y palangana: son objetos que defienden la virginidad de María.

– ventana entreabierta y ausencia de puertas: reverencian la vida retirada que llevaba María, la cual no está sentada en el banco sino delante de éste, en señal de humildad.

– libro: María no toca el libro que está leyendo con las manos, sino que lo sostiene con un paño, lo que demuestra su respeto a las Sagradas Escrituras.

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Una respuesta

  1. viviendas unicaja
    viviendas unicaja el a las | | Respuesta

    Genial y legitima tu web. Me atrae bastante

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