La junta directiva del Athletic Club, presidida por Josu Urrutia, presentará el lunes en la asamblea anual de socios un balance de resultados de la temporada pasada, con un déficit de unos diez millones de euros, que refleja que la situación económica del club “es mala, aunque las expectativas son buenas”.

Así lo han expuesto los responsables del club en una extensa rueda de prensa, en la que han comparecido el propio Urrutia, el contador de la junta Alberto Uribe-Etxebarria y el secretario Javier Aldazabal para detallar, entre otras cosas, las discrepancias contables con las cuentas del último ejercicio realizadas por la anterior directiva, presidida por Fernando García Macua, en las que se apuntaba a un ligero superávit.

Esa “desviación” se produce, según ha explicado Uribe-Etxebarria, a que en número globales “se han gastado nueve millones más de los presupuestados” y se ha ingresado “un millón menos”, lo que provoca que la “foto a 30 de junio de 2011” del estado económico del club es de un “patrimonio neto negativo de unos diez millones de euros”.

El “experto independiente” encargado de realizar las cuentas ha aclarado, sin embargo, que hay variables como el nuevo contrato de televisión firmado por la anterior junta que “nos hace pensar que puede haber solvencia para afrontar esas deudas” y, por ello, aunque “la situación es mala, las expectativas son buenas”.

Los directivos han asegurado que a pesar del balance negativo no existe “ningún riesgo de ejecutar los avales de la junta anterior” por una cuestión de “lealtad institucional” de los actuales rectores, que asumen la gestión de sus predecesores “como es, con sus cosas buenas y malas”.

“No entramos a valorar la gestión. Sólo intentamos dar el diagnóstico real del club y no se va a iniciar ningún tipo de acción, al revés”, ha asegurado Aldazabal.

Sobre uno de los puntos que han generado las mayores controversias, el de los 7,3 millones de euros que el equipo de Macua contabiliza como ingresos por las aportaciones de los llamados ‘socios barria’ para cuando esté construido el nuevo campo de San Mamés, el secretario de la junta ha aclarado que ese dinero “no es un ingreso, sino un anticipo”.

“Esas 6.500 personas que han aportado 7,3 millones son acreedores porque han entregado ese dinero con la condición de que se haga un campo nuevo y a cambio de eso adelantó el dinero. Es un anticipo y cuando se cumpla se contabilizara como ingreso. Lo dice el Plan General de Contabilidad y el sentido común”, ha dicho Aldazabal.

Urrutia, por su parte, ha asegurado que desde que se hicieron cargo del Athletic tras las elecciones del 7 de julio han mantenido “seis o siete reuniones” con la anterior directiva para aclarar estos asuntos y, por ello, las diferencias no vienen “por falta de diálogo, sino en todo caso por falta de acuerdo”.