El Athletic Club y su entorno, inmersos en la temporada más ilusionante pero también más exigente de las últimas décadas, casi no dan abasto para todos los frentes abiertos que tienen, tanto desde el punto de vista deportivo, como institucional, social y económico.

En lo deportivo, el Athletic entra en el noveno mes del curso todavía vivo en las tres competiciones que inició y en todas ellas con las máximas esperanzas.

Así, en la que es su competición fetiche, la Copa del Rey, ya ha alcanzado la final y sueña con un revancha ante el Barcelona de la jugada hace tres años en Valencia.

En la Liga Europa, le espera en las dos próximas semanas quizás la eliminatoria que toda su masa de seguidores más desea desde que a mediados de los 80 se las tuviese que ver con el Liverpool en Copa de Europa: un duelo ante el Manchester United que supone, además, la posibilidad de visitar Old Trafford, hacia donde se prepara una peregrinación rojiblanca.

Y en la Liga, quinto en la tabla, el Athletic se dispone a asaltar los puestos de Liga de Campeones, a la que está deseoso de volver tras haberla disfrutado hace ya 14 años.

El equipo que dirige Marcelo Bielsa, además, está de moda por diversas razones, como el juego ofensivo y ambicioso, lo juvenil del plantel, lo peculiar y atractivo de la personalidad de su técnico y, fundamentalmente, por la cantidad de jugadores internacionales con los que cuenta. Cuatro en la selección absoluta española, Llorente, Javi Martínez, Muniain e Iraola, uno con Venezuela, Amorebieta, y cuatro en la ‘rojita’ olímpica, Herrera, San José, Herrera e Iturraspe.

Eso ha hecho que el conjunto rojiblanco, el equipo de la Liga española que más partidos lleva en lo que va de temporada, apenas haya podido aprovechar la única semana de descanso, ésta, que le deparaba el calendario hasta que deje de jugar la Europa League.

En lo institucional, a la debutante directiva de Josu Urrutia tampoco les están siendo las cosas fáciles. Si la sede de la final de la Copa le está trayendo de cabeza, será difícil que no se deje ninguna escama en la eliminatoria contra el Manchester, en la que cada entrada, tanto para Old Trafford como para San Mamés, es casi un tesoro y las colas -y quejas- se suceden en San Mamés por el tradicional sistema de reparto.

Urrutia también debe solucionar las renovaciones de su principal jugador, Llorente, y de Bielsa. Hoy “El Correo” publica que el Athletic ha ofrecido al delantero cuatro años de contrato a razón de 4,5 millones por año.

Por si fuera poco, la nueva junta quiso aprovechar el miércoles la que se preveía como única semana sin demasiada actividad para iniciar la reforma de los estatutos de la entidad, un asunto que estaba encallado. Aunque es algo que fuera de los socios del Athletic no tiene demasiada relevancia, para ellos es cosa seria.

En medio de toda esa vorágine, al Athletic y a su entorno casi no les ha dado tiempo en reparar que el domingo se juega un derbi ante la Real. Cada año fecha señalada y en esta ocasión, a pesar de la importancia de los puntos en juego, ha llegado casi de tapadillo.