Un espléndido cabezazo de Marco Ruben, a centro de Borja Valero, dejó casi sellada en San Mamés la Liga de Campeones para la próxima temporada del Villarreal y obliga al Athletic Club a centrarse en el futuro inmediato ya única y exclusivamente en defender su posición de Europa League.

La derrota quizás haya sido más castigo del merecido por el Athletic y la victoria un premio demasiado grande para el Villarreal por lo igualado del choque, pero el conjunto amarillo ha dejado claro sobre el césped de La Catedral en nivel que tiene. Hoy sobre todo maniatando en defensa al poderoso juego aéreo rival.

Con este triunfo, el equipo castellonense logra ya una ventaja superior a los 10 puntos con respecto al quinto clasificado, el Espanyol, del que el conjunto bilbaíno queda ahora a 1 punto en la pelea por la quinta plaza, lo máximo a lo que puede aspirar tras el resultado de ayer.

El partido comenzó interesante, si bien muy táctico y sin apenas ocasiones de gol. A pesar de ello no dejó de ser movido. El Athletic, finalmente con De Marcos y no Muniain junto a Llorente, intentaba hacer daño en los balones largos, que no pelotazos, y el Villarreal buscaba siempre la posesión de la pelota.

Por momentos, los de Juan Carlos Garrido lograban su objetivo, pero la persistencia en la presión de los locales, con Javi Martínez en todos las disputas, daba opciones a Orbaiz de coger la batuta rojiblanca.

Y el navarro, de regreso al once inicial en lugar de su pareja de siempre, Gurpegui, mostró su maestría en los cambios de juego con hasta tres balones de lado a lado del campo magistrales. No menos brillante estuvo en los controles Iraola, a quien iban casi siempre dirigidos.

No obstante, no acabó el Athletic de entrar por la banda derecha, por donde buscaba hacer peligro en el área rival a través de las conexiones del Iraola y David López.Tampoco lo conseguía buscando a Llorente, casi siempre -o al menos así lo entendía el asistente- en fuera de juego.

Un cabezazo del ariete internacional, un colada de Muniain y la insistencia sobre la frontal visitante fue todo lo que lograron los de Joaquín Caparrós en la primera mitad.

Más, en todo caso, que el Villarreal, que apenas inquietó a Iraizoz. El meta navarro y Diego López acabaron casi inéditos la primera mitad. De todos modos, cuando caía el balón en Borja Valero, Cazorla y, sobre todo, Rossi San Mamés intuía peligro.

El segundo tiempo comenzó más animado aún y se activó mucho más con el tanto, un golazo, de Marco Ruben. Su cabezazo fue superior, incluso mejor el buen centro de Borja Valero que le permitió conectarlo. Llorente estuvo a punto de igualar un minuto después, pero tuvo que apurar con la volea y se le marchó fuera.

A partir de ahí, el choque se volvió frenético, con ocasiones claras en una y otra área, de Rossi, Javi Martínez, Cazorla, Susaeta, Urko Vera, Mario, Marchena y Llorente. La de Llorente fue un gran cabezazo a centro de Susaeta respondido por una no peor parada de Diego López junto al palo.

Lo intentó, como siempre, el Athletic hasta última hora, pero esta vez no encontró una cabeza salvadora. Entre otras razones porque en cada centro al área el asistente señalaba fuera de juego.

– Ficha técnica:

0 – Athletic Club: Iraizoz; Iraola, San José, Ekiza, Koikili (Gabilondo, min.80); David López (Urko Vera, min.63), Orbaiz, Javi Martínez, Muniain; De Marcos (Susaeta, min.68) y Llorente.

1 – Villarreal CF: Diego López; Mario, Gonzalo, Musacchio, Catalá; Bruno, Marchena, Cazorla (Cani, min.71); Borja Valero (Kiko, min.83); Marco Ruben y Rossi (Wakaso, min.87).

Goles: 0-1, min.58: Marco Ruben.

Árbitro: Estrada Fernández (Comité Catalán). Mostró tarjeta amarilla a los locales Iraizoz y San José, y al visitante Marco Ruben.

Incidencias: Unos 37.000 espectadores en San Mamés. Tarde fresca, pero agradable, y terreno de juego en buenas condiciones. Se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas del terremoto de Japón. Vigésimo novena jornada de Liga.