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Natxo Biritxinaga: el masajista que ‘enseñó’ a entrenar a Clemente

Hoy, miércoles 22 de febrero, ha muerto Natxo Biritxinaga, el masajista del Athletic campeón de los años ochenta. La noticia ha generado gran consternación en el club rojiblanco y en el entorno del mismo, porque varias “camadas” de leones han pasado, literalmente, por las manos de Natxo Biritxinaga y porque otras tantas generaciones de aficionados no imaginaban al Athletic sin la presencia de Natxo, de su tío Guillermo Perdiguero o de su padre Perico en el equipo técnico de la primera plantilla.

Natxo Biritxinaga trabajó durante más de 40 años para el club; como decimos, su padre, Perico Biritxinaga, fue el primer masajista que tuvo el Athletic, ya antes de la Guerra Civil. Su sobrino Guillermo Perdiguero (“Willy” era el nombre con que le conocían todos los jugadores, porque así le conocía nada menos que Míster Pentland) heredó el cargo, aprendiendo el oficio viendo a su tío. El joven Natxo continuó con la saga y pasó a convertirse en el masajista “titular” del primer equipo en 1982, cuando Willy decidió optar por el retiro. Fue llegar Natxo Biritxinaga al equipo y ganar los leones dos Ligas consecutivas (82-83 y 83-84) y la Copa de 1984. Ahí están las imágenes de los triunfales paseos en gabarra, con Natxo entre su “tripulación”, para atestiguarlo.

En esta imagen, propiedad de la web miathletic.com, aparece al completo la plantilla de la temporada 82-83, con Natxo Biritxinaga de pie en el extremo derecho de la instantánea.

En esta imagen, propiedad de la web miathletic.com, aparece al completo la plantilla de la temporada 82-83, con Natxo Biritxinaga de pie en el extremo derecho de la instantánea.

Maestro… hasta de Clemente

Siempre se dice que los masajistas, fisioterapeutas y demás miembros de un equipo médico de un equipo deportivo son, en la práctica, casi unos confesores para los deportistas; el caso de Biritxinaga supera incluso esa afirmación. “Natxo, para los jugadores, era mucho más que un masajista; había entre él y la plantilla un ambiente de risas, de cachondeo…“. Javier Clemente, entrenador de aquel equipo campeón, hablaba así de Biritxinaga en 1998, con motivo del reportaje “Athletic, un siglo de pasión” que dirigió, en el Centenario del club, el cineasta Pedro Olea. El aludido, por su parte, no parecía muy impresionado: “La mitad de la ‘tela’ que has ganado como entrenador -le espetaba al “Rubio de Barakaldo“, por entonces seleccionador de España- la tienes gracias a mí; yo te enseñé a entrenar, porque no tenías ni puta idea“, lanzó, después de reconocer, más en serio, que, a su juicio, Clemente había sido el mejor entrenador de la historia rojiblanca (reiteramos que son unas palabras de 1998). Técnico y masajista tenían una relación muy especial, y, de hecho, en las concentraciones, solían compartir habitación en los hoteles: “Es rarísimo que el entrenador duerma con alguien“, exponía en el reportaje Clemente, dejando claro que la importancia de Natxo, protagonista de esa excepción, era fundamental.

Es conocida la anécdota de la final de Copa de 1984; los leones se enfrentaban al FC Barcelona de Maradona y Schuster en el Bernabéu, para tratar de hacer realidad un histórico doblete, en un partido de máxima dificultad y tensión que contaba con la presencia de más de 50.000 aficionados rojiblancos en el estadio. En pleno túnel de vestuarios, con los jugadores del Athletic a punto de saltar al campo, Natxo Biritxinaga apareció allí disfrazado de Eva Nasarre, popularísima presentadora de televisión en aquellos momentos, ante las carcajadas de todos ellos. Sin duda que ver al masajista vestido de esa guisa ayudó a que los hombres de Clemente templasen algo los nervios en los prolegómenos de aquella inolvidable final.

Natxo Biritxinaga dejó el Athletic hace más de una década, pero su memoria siempre ha estado viva en el recuerdo de todos, y así va a continuar, desde luego, a partir de hoy. Desde este blog, queremos hacer llegar nuestra cercanía y cariño a todos sus seres queridos. Goian bego, Natxo.