Barakaldo ‘declara la guerra’ al plumero de la pampa
El Ayuntamiento de Barakaldo va a desarrollar una campaña informativa para pedir la colaboración ciudadana y frenar la expansión del plumero de la pampa, una planta invasora que es un peligro para el medio ambiente y la salud humana.
Según ha informado el ayuntamiento en una nota, la campaña consiste en el reparto de 1.000 trÃpticos y 140 carteles por instalaciones municipales, comercios y locales hosteleros de la ciudad pidiendo la colaboración ciudadana para frenar la expansión de esta especie.
Además, se van a instalar 11 carteles de grandes dimensiones en las zonas donde recientemente el consistorio ha actuado para eliminar esta planta con el fin de evitar que vuelva a reproducirse la plaga.
La campaña divulgativa forma parte de la iniciativa para erradicar el plumero de la pampa del municipio que llevó a cabo el ayuntamiento y que está subvencionada con 27.000 euros por el Gobierno Vasco.
Al ser una planta “muy difÃcil de erradicar”, el ayuntamiento procedió a su eliminación en once zonas, por medio del Taller Usoa, mediante una técnica que consistió en rociar las plantas con un herbicida en época de pocas lluvias y cortarlas una vez secas.
Con esta campaña, se pretende que la población barakaldesa conozca los riesgos del plumero de la pampa e “impida su reproducción en el municipio”, ya que es una planta de fácil integración en el entorno gracias a sus vistosos “plumeros”, muchas veces utilizados de adorno.
En los trÃpticos, se pide a los vecinos que ayuden a parar la plaga de plumero de la pampa y no se lleven a casa las plantas para adornar, porque estarán contribuyendo a su propagación.
Originaria de América del Sur, su proliferación incontrolada desde hace 16 años ha convertido a esta planta en una amenaza para la biodiversidad porque coloniza terrenos antes ocupados por la flora y la fauna autóctonas, a las que va desplazando de su hábitat.
El plumero es peligroso para la salud humana por su gran producción de polen al final del verano y el principio del otoño, que puede producir problemas alérgicos.
Además, favorece la propagación de los incendios, empobrece la calidad de los pastos y el forraje.