El Ayuntamiento celebra la liberación del vecino de Bilbao
El Ayuntamiento de Bilbao ha mostrado hoy su satisfacción por la liberación del cooperante de la ONG Mundubat y residente en la capital vizcaÃna Enric Gonyalons y de las dos mujeres que estaban secuestradas junto a él, al tiempo que ha recordado que aún quedan cooperantes europeos en cautiverio.
A través de una nota, el consistorio ha explicado que Mundubat es una de las diez organizaciones con las que más ha colaborado financieramente en los últimos años para cubrir las necesidades esenciales de la población refugiada en los campamentos saharauis.
El Ayuntamiento ha afirmado que se puso a disposición de la ONG el mismo 22 de octubre de 2011, cuando el grupo terrorista MUYAO, disidente de Al Qaeda, secuestró al joven vecino de la capital vizcaÃna y a sus compañeras, que se encontraba en los campamentos de Tindouf, en Argelia.
De esa forma, ofreció a la ONG vasca “todos los medios técnicos municipales para gestionar la situación, pero la discreción de las negociaciones ha sido la tónica dominante en el largo cautiverio”, y ha añadido que “por fin ha llegado a buen término”.
El secuestro de Gonyalons “ha supuesto un duro golpe para la solidaridad con el Sahara”, según el Ayuntamiento, pero “la solidaridad bilbaÃna con la causa saharaui ha seguido viva, a través de actuaciones como la acogida de menores saharauis por familias bilbaÃnas”.
El consistorio ha detallado que Mundubat es una Organización No Gubernamental de Cooperación al Desarrollo declarada de utilidad pública en 1998, que recibió el Premio Europeo de la Solidaridad ese mismo año y que cuenta con casi 4.000 socios colaboradores.
Respecto al Sahara Occidental, Mundubat trata de impulsar foros internacionales para movilizar a la sociedad y a los diferentes gobiernos para que adopten una postura firme y activa a favor de la aplicación del Plan de Paz.
Además, el Ayuntamiento de Bilbao ha expresado su “más enérgico rechazo” ante el secuestro de otros cooperantes europeos como el perpetrado el 13 de octubre de 2011 en un campo de refugiados de Kenia de dos españolas miembros de la organización Médicos Sin Fronteras, cuyo cautiverio aún no ha sido resuelto, asà como el llevado a cabo esta semana en Somalia contra tres cooperantes de una ONG danesa.