Al Casco Viejo no le falta de ná….da
Garazi Ramos.- ¡¡BilbaÃnos!! Pero qué bonito es el Casco Viejo... Cuántas cosas se pueden hacer en él… Si es que… ¡no le falta absolutamente de nada!
Chaquetero: ‘DÃcese de la persona que cambia de causa o partido por pura conveniencia’
¡Vaya! ¿Os suenan estas palabras? :S Tendré que cambiar de estrategia la próxima vez que hable de algún barrio de Bilbao… Lo siento, mis padres me educaron para tratar con amabilidad a los vecinos…
Eso… y… bueno, cómo decirlo… que tras la gran movilización de los santutxutarras, los del barrio contiguo no han querido ser menos y me han sobornado… He intentado resistirme pero… al final… me he visto en la obligación de hablar bien de nuestro barrio contiguo. Eso sÃ, no os preocupéis que… ¡¡Yo por Santutxu, ma-to!! 😉
Siete calles x 7 razones
Fuera bromas… estaréis de acuerdo conmigo en que el Casco Viejo bilbaÃno tiene un encanto especial. Desprende vida. No sé si por sus siete calles, pero sà por sus cuatro esquinas.
El barrio más antiguo, el núcleo de Bilbao
Es difÃcil encontrar el Casco vacÃo… Hay gente por la mañana, por la tarde y por la noche. La culpa la tienen los bares, las tiendas, sus mÃticas calles, sus mÃticos edificios, su buena comunicación…
Y es que como lo del coche no es una buena idea, para compensar tenemos un par de bocas de metro, un gran número de autobuses, un elegante tranvÃa o un bonito paseo para disfrutar de estos dÃas tan otoñales made in Euskadi…
En realidad, visto asÃ, todo está muy cerca…
Lo difÃcil es ir cargada como una mula después de hacer una gran compra
Niñaasss 3 tangas x 5 euros!!! Por 5 euros, por 10€, por 20€… depende del caché… No es lo mismo comprar en Pimkie que en For, en Shana que en Adolfo DomÃnguez… Para gustos, los colores… Y para poder elegir, los bolsillos de cada uno…
Pero todo está taan cerca…
Gominolas, helados, quesos, yogures, chocolate, bombones, gildas, donuts normales, con pepitas..
Y qué me decÃs de esa moda de ir disfrutando de las vistas de la ciudad con un café en las manos, un yogur en forma de helado o un zumo de frutas naturales… ¡Ay qué feliz me hizo el intento de imitar al Starbucks!
Lástima que en la otra mano tengamos que llevar siempre un paraguas….
Las manos ocupadas y el cuerpo plagado de:
Collares de pacotilla, sortijas de oro, pulseras de diamantes, piercings de txitxinabo…zapatos de señora, caballero, niña, niño… Sandalias buenas, malas, caras, baratas… Jabones de lavanda, geles de vainilla, colonias de marca blanca, de marcas chick…
El Casco Viejo es apropiado para mezclar un buen rioja con un vino peleón…una cerveza fresquita con un txupito de absenta o un cubata con un katxi de kalimotxo…
Un sitio de San Antón, San Nicolás, de Santiago, de Santos Juanes… de Unamunos, de Plazas Nuevas… de gente joven, mayor, niños, ancianas…
Un lugar de encuentro de txikiteros, poteadores (viva el 2×1 de Somera), cabezudos (de aquà mi trauma infantil), nazarenos (las Semanas Santas sin ellos, no serÃa lo mismo)…
Calles idóneas para echar unos bailables (Barrenkale y Barrenkale barrena, abiertos hasta el amanecer), cenar, picar, comer pintxos… Y por supuesto, un lugar memorable para pasar nuestras queridas Jaias de Bilbo, que sin nuestras 7 calles, y por supuesto, sin El Arenal, no tendrÃan sentido…
Asà que, dejémonos de rivalidades absurdas (esto también me lo enseñaron mis padres) y disfrutemos de Bilbao… merece mucho la pena 🙂
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[…] Bilbao no estaba tan mal. Menos aún, cuando se sentÃa bien. Y después de esa llamada tenÃa un 50% de posibilidades de dejar de ser NiNi. Eso significaba tener el doble de probabilidades desde que presentó la tesina a finales de septiembre y eso, eso ya era suficiente para él. […]