Tras el interés que habéis mostrado por la historia de la casa de Max, os traemos algo de información respecto a la obsesión inmobiliaria del baterÃa de la E Street Band.
Según contaba el periodista Ben Caselman en 2008, Max Weinberg, de camino a un concierto en Londres, pasó por delante de un almacén de cocinas que vendÃa la marca Kirkstone, especializada en una gama de piedra natural británica de altÃsimo prestigio y al dÃa siguiente pidió que le acercaran hasta allÃ. El dueño le explicó que solo lo vendÃan por catálogo pero que quizás podÃa ver material de esta marca en otro almacén. Inmediatamente fue allà y dÃas después llegaba un cargamento de esta piedra a una casa de Nueva Jersey. Además de tocar la baterÃa, Max Weinberg aprovecha las giras para ir comprando elementos para sus casas, bien por su origen o bien por tratarse de gangas, y como él mismo explica “ayudar con entradas para los conciertos va muy bien a la hora de conseguir chollos”.
Desde 1984, cuando sintió que hizo una gran compra de 20.000m2 de terreno en Nueva Jersey, Max empezó a indagar en el mercado inmobiliario, pasando dÃas enteros en ayuntamientos estudiando las distintas legislaciones locales. Esto le llevó a convertirse en promotor, entrando incluso en conflictos con asociaciones de conservación de la zona, lo cual él niega tajantemente. Finalmente Max acabó llevando sus planes adelante al realizarlos bajo las normas vigentes. Según cuentan algunos, Max es capaz de ver el terreno más farragoso e intuir todo lo que puede dar de si, en cuanto a divisiones y construcciones posibles.

Como ejemplo, cuando el show de Conan O´Brien se trasladó a Los Angeles, Max y su gente vieron como mÃnimo 100 casas, pero su sueño en realidad es hacerse una casa en esa zona según diseños no llevados a cabo de Frank Lloyd Wright. Tras ver la exposición llevada a cabo en el Museo Guggenheim de Nueva York (que también se pudo ver en Bilbao) dedicada a este legendario arquitecto, Max se enamoró de su obra .
Finalmente explica: “cuando estoy de gira tengo un montón de tiempo libre, y me dedicaba todo el tiempo a leer libros de arquitectura y sobre como edificar”.

Además de terrenos donde construir, las compras de los Weinberg van desde apartamentos en Nueva York a casas de más de 10.000 dolares que posteriormente venden o bien ponen en el mercado de alquiler. Aquà podéis ver algunos datos .

Casa de Max Weinberg en Los Angeles