En Phoenix, Arizona, el 8 de julio de 1978, Bruce Springsteen contó a su público la siguiente anécdota:
“Estabamos en Los Angeles, y ya sabes, …la compañÃa discográfica siempre pone esos carteles enormes en medio de la calle, e iba andando, y vi uno de mi. Era tan horrible que no podÃa ni creérmelo. Si os parece que mi nariz es grande, en el cartel medÃa unos seis metros. Era la noche del cuatro de julio, y le dije a Clarence “tenemos que cambiar un poco ese cartel”, entonces pillamos unos 20 botes de pintura negra en spray, y subimos hasta la azotea del edificio, y escribimos “prove it all night“…querÃa pintar un bigote a mi cara, pero no podÃa llegar“.
El resultado fue este:
Seguido tocaron el magistral Prove It All Night con el que hemos encabezado este post.