Tras el rastro

Agentes de Seguridad Ciudadana de la Policía Foral han denunciado a un vecino de Tafalla, de 49 años, por cazar presuntamente de manera furtiva.

Según ha informado el cuerpo autonómico en un comunicado, una patrulla observó cómo el conductor de un vehículo realizaba una maniobra extraña por lo que le dio el alto, momento en el que el hombre se mostró nervioso ante la presencia de los policías que le preguntaron por las manchas de sangre que presentaba en manos, ropas, calzado y en un piloto del coche.

En el registro del vehículo, se localizaron diversos útiles y ropajes de caza, como un rifle con visor de aumento y dos machetes para caza mayor, un centenar de cartuchos y balas de distinto calibre repartidos por todo el habitáculo, así como un cuchillo, dos navajas y un hacha.

Los agentes localizaron asimismo dos linternas, una de ellas de luz verde para uso exclusivo en caza nocturna y preparada para acoplarla al rifle, un foco, un frontal, dos rollos de sirga, cuatro precintos para corzo, cinchas, un saco de maíz en mazorcas y en grano, y dos cuernos de corzo.

La Policía Foral añade que además “el maletero estaba manchado con abundante sangre, todavía fresca, que impregnaba diversos elementos concentrándose principalmente en un saco de papel y en un papel blanco”.

Y agrega que el hombre “no ofreció una respuesta coherente sobre el por qué portaba un rifle un día en el que no se podía practicar caza mayor, sobre la munición que llevaba, sobre la presencia de tanta sangre y sobre la extraña maniobra que había realizado con el vehículo”.

Los agentes, ante la sospecha de un acto de caza furtiva, se incautaron de todas las evidencias encontradas en el coche y realizaron dos denuncias por caza mayor en día inhábil y en horas nocturnas sin autorización para ello y por portar un arma fuera de lugar autorizado.