La Asociación Animalista Libera y la Fundación Franz Weber propusieron el pasado sábado el establecimiento de un impuesto especial a la caza en Galicia, “para contrarrestar su terrible impacto sobre el medio natural y sobre los animales”.
Los ‘amantes de los animales’ han propuesto un pago anual de 100 euros por cazador y 2.000 euros por coto de caza “con los que obtener fondos para combatir este problema”.
AsÃ, según cálculos de los animalistas, se podrÃan recaudar cuatro millones de euros “solo con la tasa individual” que servirÃan también para impulsar “polÃticas preventivas contra el abandono animal y su comercio irregular”.
Según ambas asociaciones, cada año se vierten sobre los montes gallegos “cientos de miles de perdigones de plomo”, un metal “altamente tóxico” que, según los animalistas, “contamina acuÃferos, pastos y a los propios animales”.
“Este metal pesado es nocivo para las personas que consumen carne de caza, tal y como señaló de manera reciente la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas QuÃmicas”, ha apuntado Libera.
Con respecto a la munición de plomo, “tan solo está prohibido su uso en humedales” por lo que el resto de espacios “están a merced de los escopeteros”, han agregado.