La revista Nature acaba de publicar el artÃculo ‘Global conservation outcomes depend on marine protected areas with five key features‘ firmado, entre otros autores, por el investigador del IPNA-CSIC Mikel Becerro. En este artÃculo presentan un extenso estudio realizado a nivel mundial en el que concluyen que el 60 por ciento de las reservas marinas no cumplen con su función de proteger la biodiversidad y proporcionar una biomasa mayor que la de zonas no protegidas.
Este estudio se ha realizado gracias a Reef Life Survey (RLS), una red mundial formada por cientÃficos y por buceadores formados para recoger muestras y pruebas durante sus inmersiones. Los datos que aportan se corresponden a 87 reservas marinas, en las que han podido comprobar la existencia de cinco factores que son, según explica Mikel Becerro, la clave del éxito. Aunque para ello deben confluir al menos cuatro de ellos “si tienes tres o menos de estos caracteres no sirve, equivale a ser igual que las zonas pescadas”.
1. El área de la reserva debe ser al menos de 100 hectáreas
2. El tiempo en el que la reserva ha estado en activo. Se necesitan al menos 10 años para que haya beneficios
3. El nivel de vigilancia de la reserva para evitar la pesca furtiva
4. Una reserva con un ecosistema aislado es más segura. Si hay fuga de peces, por ejemplo, se pierde eficacia
5. La pesca debe estar prohibida, sin excepciones en determinadas zonas o periodos del año.
Según Mikel Becerro, si se cumplen al menos cuatro de estos factores, se disparan los beneficios que puede proporcionar una reserva marina. Ejemplos de reservas que reúnen estas cinco caracterÃsticas son, por ejemplo, la isla de Cocos en Costa Rica y Malpelo, en Colombia. En España se estudió la reserva de la isla canaria de El Hierro justo antes de la erupción volcánica y sólo cumplÃa tres de los cinco factores. Según el investigador del IPNA-CSIC se podrÃan crear otras reservas en territorio español, por ejemplo, en Canarias , en Asturias o frente a las costas de Euskadi.
Este trabajo continúa en la lÃnea de un artÃculo anterior sobre la biodiversidad marina a escala mundial que reveló la existencia de puntos de alta diversidad funcional en aguas templadas. Estos puntos calientes de biodiversidad se habÃan situado hasta el momento en las zonas tropicales del planeta y en base exclusivamente a la cantidad de especies que albergan las aguas en esos lugares. Incorporando información de cómo comen, dónde viven o cómo se mueven los individuos de cada especie entran en juego más variables que forman parte de la diversidad. De esta forma, el mapa de la biodiversidad marina que nos dejó este estudio es diferente al que se planteaba.
La entrevista con Mikel Becerro en La Mecánica del caracol se puede escuchar aquÃ.