Mateadictos: El código de la Biblia y un problema de cubos

En el último programa Raul Ibáñez habla de un ejemplo de numerología en el que las matemáticas y, en particular, la estadística, han estado muy presentes, tanto para intentar demostrar que en la Biblia hay mensajes codificados, que han sido escritos directamente por Dios, como para intentar demostrar que todo eso es una patraña. Es el conocido como “código de la Biblia” a través de las series de letras equidistantes.

Quizás alguna de las personas que nos está escuchando recuerde, o incluso se compró, un libro que se titulaba precisamente “El código de la Biblia“, que fue todo un bestseller, e incluso tuvo una secuela “El nuevo código de la Biblia“.

El inicio de esta historia se encuentra en el artículo del físico Doron Witztum, el matemático Eliyahu Rips y el informático Yoav Rosenberg, titulado “Equidistant Letter Sequences in the Book of Genesis” y que fue publicado en la prestigiosa revista Statistical Science en 1994.

Este artículo, inspirado en el trabajo que el Rabino Weissmandel realizó en los años 40 de forma manual, se apoyó en el desarrollo de programas informáticos para demostrar que el libro hebreo del Génesis (uno de los cinco libros de la Torah o Pentateuco del Antiguo Testamento), tiene codificados algunos hechos que no tendrán lugar hasta algunos milenios después de haber sido escrito. Exactamente se encuentran codificados, por el método de series de letras equidistantes-SLE, los nombres de 32 rabinos, cerca de los cuales están las fechas de nacimiento o muerte.

El primer paso en la investigación realizada por estos tres científicos fue la creación de la lista de rabinos (a priori objetiva, sacada de la Encyclopedia of Great Men of Israel -Margaliot, 1962-), que se iban a buscar por el método SLE en el Génesis. Además, para certificar que la obtención de SLE asociadas a esos rabinos era algo excepcional se utilizó como libro de control la versión hebrea del libro de León Tolstoi “Guerra y Paz“, es decir, se intentó obtener el mismo fenómeno para este libro pero no se obtuvo el mismo resultado.

El trabajo de la obtención de las SLE con los nombres de los rabinos se realizó con la ayuda de programas informáticos, que hicieron posible este tremendo trabajo. Además, los autores del artículo razonaban en el mismo que la probabilidad de que algo así ocurra de forma azarosa es de 0,00001 %, lo cual demostraría que este fenómeno no podía ser fruto del azar. Esta era la prueba, para los autores y los seguidores de este trabajo, de que el propio Dios había escrito la Biblia.

El artículo de Witztum, Rips y Rosenberg se publica en 1994 en la prestigiosa revista Statistical Sciences, lo que para muchos significa el aval científico para el trabajo, y en consecuencia de la existencia de SLE escritas por Dios en la Biblia. Sin embargo, la revista Statistical Sciences afirmó que lo había publicado realmente en calidad de acertijo, para ver quien descubría el error en el argumento.

El segundo capítulo de esta historia se inicia cuando el ex-periodista del Washington Post, Michael Drosnin, publica en 1997 el libro titulado “El código secreto de la Biblia“, en el que se revela que en la Biblia están codificados, por el método de las Series de Letras Equidistantes, una gran cantidad de sucesos que han ido ocurriendo a lo largo de la historia y muchos otros que irán produciéndose en el futuro… Se popularizaba así el tema de las series de letras equidistantes y la existencia de un código secreto dentro de la Biblia, enviado por Dios o por otros seres inteligentes de nuestro universo.

Entre los mensajes que Michael Drosnin descubre codificados en la Biblia se encuentran los asesinatos de J. F. Kennedy e Itzhak Rabin -acompañado este último de una truculenta historia muy al estilo “misterios sin resolver”, en la que Drosnin intenta avisar a Rabin de su futuro asesinato-, que Clinton será presidente, el watergate, la crisis de la bolsa del 29, la llegada del hombre a la luna, el holocausto nazi de la mano de Hitler, la bomba atómica, Shakespeare, los hermanos Wright, Einstein, Newton, atentados terroristas en Israel y en EEUU, el lanzamiento de las bombas atómicas, etc… y algunas predicciones de futuro “para el tiempo de escritura del libro” como son la destrucción de Jerusalén en el año 2.000 con una bomba nuclear lanzada probablemente desde Libia, la tercera guerra mundial en el 2006, que acabaría con la humanidad debido al uso de las bombas atómicas, un devastador terremoto en Los Angeles para el año 2010 y fuertes terremotos en Japón, atentado con virus viruela en 2005,… que como podemos comprobar no se han cumplido en absoluto.

El éxito del libro de Drosnin fue tal, que en el año 2002 publica la secuela, en la que se incluye, como no podía ser de otra forma, la referencia a los atentados del 11 de septiembre en EEUU, “El nuevo código secreto de la Biblia”.

Pero no solamente Drosnin participa en este espectáculo, se popularizan y comercializan muchos programas informáticos que se dedican a obtener el código secreto de la Biblia, y además se escriben muchos libros relacionados con el tema.

Veamos en qué consiste el método de las series de letras equidistantes. Se considera el texto en cuestión (La Torah o Pentateuco) como una gran fila de letras (hebreo). Por ejemplo, la Torah tiene 304.805 letras. Se le pide al ordenador que busque Series de Letras Equidistantes de algunas palabras que se le indican, por ejemplo Itzhak Rabin, Kennedy o las que nosotros queramos.

Una SLE es una sucesión de letras separadas entre sí por distancias iguales de letras, por ejemplo, la palabra “geNerAliZacIón” tiene una SLE que da la palabra NAZI cada dos letras. Cuando el ordenador ha encontrado una, p. e. Itzhak Rabin aparece en la Torah como una SLE de 4.772 letras de separación (observemos que ya este ejemplo nos pone de manifiesto la necesidad de programas informáticos para intentar obtener resultados en nuestra búsqueda). Una vez encontrada una SLE el ordenador considera una matriz rectangular de letras asociada con tantas columnas como marque la SLE (4.772 en este ejemplo) y entonces se buscan nombres, palabras, fechas o frases que puedan estar relacionadas con la palabra de la SLE, en diferentes posibles posiciones (SLE en horizontal, diagonal, vertical, en diferentes sentidos,…).

Como es natural, los escépticos criticaron mucho el libro de Drosnin y su supuesto código de la Biblia. Ante tales críticas a su libro y al código de la Biblia, Michael Drosnin afirmó: “Cuando mis críticos encuentren un mensaje sobre el asesinato de un primer ministro codificado en Moby Dick, entonces les creeré” (Newsweek, 9 Junio 1997).

Pero rápidamente recibe respuestas a su farol. Los más conocidos son los ejemplos de Brendan McKay: Indira Ghandi, Matin Luther King, John F. Kennedy, Abraham Lincoln, Yitzhak Rabin, e incluso Diana, la Princesa de Gales,… Ejemplos que además son de gran complejidad, mucho más sofisticados que los encontrados por Drosnin (es decir, alrededor de la SLE se encuentran muchas más referencias relacionadas que en el libro de Drosnin, por ejemplo, para Yitzhak Rabin se encuentran en Moby Dick casi todos los datos importantes del asesinato).

Como ya hemos comentado, la revista Statistical Sciences publicó el artículo de Witztum, Rips y Rosenberg como un acertijo, y aunque se pueda tener la intuición de qué es lo que puede fallar en el artículo, los científicos tenemos diseñado una metodología de trabajo para desarrollar nuestra investigación, o para refutar una falsa investigación.

La solución llegó en el siguiente artículo, y otros relacionados: B. McKay, D. Bar-Nathan, M. Bar-Hillel, G. Kalai, Solving the Bible Code Puzzle, Statistical Science, 14, n. 2, 1999.

Analicemos el contenido del artículo. Para empezar un comentario sobre el hebreo: según parece (la verdad es que yo no lo sabía) no se escriben las vocales por lo que las palabras son más cortas y por tanto más fáciles de obtener como SLE, y además permite varias opciones para una misma palabra (por ejemplo, si esta propiedad la tuviese el castellano, tendríamos que PRT valdría para pirata, pureta, puerta, aparato, parte, aparte, oporto, prota, porta,… y sólo tiene 3 letras).

De forma muy breve las conclusiones de la investigación que se recoge en el mismo son las siguientes:

i) la elección de los rabinos de la lista de WRR no fue realizada de forma neutra y objetiva como se afirmaba, sino arbitraria (algunos rabinos que debían estar por el método elegido no estaban y sin embargo estaban algunos que no debían estar).

ii) La lengua hebrea es flexible en cuanto a que los nombres propios pueden variar en forma, además cada rabino podía tener diferentes denominaciones (nombre, apodo, alias), y en general podemos expresar un nombre de diferentes formas (p.e. John F. Kennedy, Jack Kennedy, JFK, Sr. Presidente, Kennedy, Sr. J. Kennedy, “el hombre que acompañó a Jackie a París”,…).

iii) Las fechas también pueden tener diferentes forma de expresarse (30 de abril de 2008, 30-4-08, trigésimo día del cuarto mes del año 2008, 04/30/08,…), más las que son propias del Hebreo. Además, en muchos casos no hay fechas de nacimiento y/o muerte en la Encyclopedia

[La probabilidad tan baja que salía en el artículo de WRR de que el experimento fuera fruto del azar se basaba en la suposición de que la lista se había realizado de forma objetiva y era fija, no se podía modificar a conveniencia en el transcurso del experimento, sin embargo las conclusiones anteriores deshacen estos supuestos y el cálculo de la probabilidad es erróneo].

iv) Si se rehacía la lista ya no era posible reproducir el “experimento” de nuevo.

v) Realizaron un examen similar al del artículo de WRR (con las imperfecciones en la confección de la lista que observaron) con la novela “Guerra y Paz”, en Hebreo, de longitud similar al Génesis, con similares consecuencias a las del artículo del “código de Dios”.

vi) Se rehicieron los cálculos probabilísticas teniendo en cuenta el modus operandi de WRR.

Con este trabajo quedaba resuelto completamente el acertijo que consistía en averiguar dónde estaban los errores en el artículo de Witztum, Rips y Rosenberg, y que además deshacía el supuesto aval científico al código de la Biblia.

Existió otro intento de verificar el trabajo de los tres científicos sobre el “código de la Biblia”. Se creó un comité de la Hebrew University of Jerusalem para reproducir el experimento de Harold Gans (de la US National Security Agency), experimento que apoyaba la tesis de que la existencia de las SLE y las informaciones asociadas no eran fruto del azar.

El comité estaba formado por Hillel Furstenberg (un distinguido matemático que realizó la introducción al libro de Witzum sobre códigos bíblicos, aunque también mantenía ciertas reservas sobre el tema), Dror Bar-Natan (un prestigioso matemático, que era uno de los críticos del código de la Biblia), Yisrael Aumann (distinguido economista matemático, de hecho recibió recientemente el Nobel de Economía, que fue una de las personas en apoyar el trabajo de Witztum, Rips y Rosenberg), Eliyahu Rips (matemático autor del artículo original de Statistical Sciences sobre el código de la Biblia), Isaak Lapides (químico invitado por Rips a ser miembro del comité), y se constituyó en 1997.

El resultado fue el fracaso absoluto del código de la Biblia, ya que no aparecían evidencias estadísticas que avalaran los experimentos, ni en la lista de rabinos realizada por los escépticos del comité (0,3333) ni en la de los que acompañaban a Rips (0,6). Aunque ese comité acabaría como el rosario de la aurora…

Una de las bromas de los críticos del código bíblico ha sido encontrar en la Biblia el siguiente mensaje codificado “código de la Biblia…engaño”. Por otra parte, los trabajos de Witztum, Rips y Rosenberg, y de Drosnin han tenido un reconocimiento internacional singular, como es recibir uno de los Premios Ig-Nobel del año 1997, exactamente el Premio Ig Nobel de Literatura.

Problema (Recogiendo cubos):

Hay un montón de cubos en el suelo de una habitación, por ejemplo, 24 cubos, que hay que colocar formando una única torre vertical. ¿Cuál será la mejor estrategia para hacerlo? ¿Apilarlos de uno en uno, o quizás hacer primero dos grupos de 12, y después juntarlos, o hacer torres de cuatro cubos y luego juntarlas? … ¿Cuál será la mejor estrategia?

Solución: Da igual cómo lo hagamos, siempre se necesitan 23 movimientos para apilar todos los cubos, puesto que en cada movimiento que hagamos, da igual cual sea este, se reduce en un montón el número de montones existentes.

La ganadora de este sorteo ha sido Bittori Tolosa

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