Infidelidad (I)

En una entrada anterior ya me referí a los errores de tipo I (falsos positivos) y los errores de tipo II (falsos negativos). Vuelvo sobre ello, para tratar en este caso una diferencia entre hombres y mujeres a la hora de hacer inferencias acerca de la posible infidelidad de su pareja. El estudio al que me refiero se ha publicado este año en la revista Evolutionary Psycology. Resumo las conclusiones:

Utilizando una doble aproximación metodológica, los autores comprueban que los hombres son más propensos que las mujeres a pensar que su pareja le será infiel. La diferencia es estadísticamente significativa. Lo curioso del asunto es que, al ser interrogados acerca de la posibilidad de que ellos y ellas le sean infieles a su pareja, la percepción acerca de la propia infidelidad en el futuro también es mayor en los hombres. Ambas respuestas son lógicas.

Por razones que ahora no vienen al caso, pero a las que pienso referirme en futuras entradas, es lógico que los hombres tengan la percepción de que van a ser infieles a sus parejas en el futuro en mayor medida que las mujeres (aunque luego la realidad no tenga por qué corresponder a la percepción previa).

Me interesa más ahora referirme a la otra percepción, la de que los hombres tienden a pensar que su pareja les será infiel en una mayor medida que las mujeres. Aunque este estudio no comprueba si esas percepciones se cumplen o no, lo cierto es que los datos apuntan a que los hombres, si se equivocan, es más probable que estén cometiendo un error de tipo I que un error de tipo II. Esto es, parece que sobrevaloran la posibilidad de que su pareja le sea infiel en el futuro.

Parece, por lo tanto, y así lo afirman los autores del estudio, que los hombres están equipados con un sistema de detección de la infidelidad tal que tiende a sobreestimarla. Se trata de un sesgo que tiene sentido desde un punto de vista evolutivo, ya que los hombres nunca pueden estar seguros de ser los padres de sus hijos y lo cierto es que a ellos les va mucho más en ello que a las mujeres. Esto es, cuando una mujer le es infiel a su pareja, puede ocurrir que el hombre pierda la oportunidad de reproducirse mientras destina sus recursos a la cría de una prole que no es la suya. De esa forma, estaría despilfarrando recursos ayudando a sacar adelante unos genes que no son los suyos. Por esa razón parece lógico que tienda a equivocarse sobrevalorando la posibilidad de infidelidad de la pareja, porque ello le conducirá a poner más celo tratando de evitarla.

Esta historia la he leido en A. T. Goetz et al (2009): “Sex differences in perceptions of infidelity: Men often assume the worst”. Evolutionary Psycology 7 (2): 253-263. Dentro de unos días volveré sobre este asunto, con unas conclusiones algo diferentes.

4 pensamientos sobre “Infidelidad (I)

  1. Alberto Montalvo

    Saludos:
    estoy impartiendo la cátedra de estadistica inferencial, y uno de mis objetivo es que vean ésta cátedra dentro no solamente en el ambito de sus vidad personales, sino tambien profesionales.
    Te felicito por tu optica en cuanto a los ejemplos de Error tipo I y Tipo II.
    Ojala pudieras retroalimentarme con mas información para poder culminar con mi cátedra.
    de antemano gracias.
    Saludos.

  2. Pingback: Infidelidad (II) | Ciencia y Humanismo

  3. Viviana Calleja

    Juan Ignacio:
    Muy interesante tu blog! Llegué a él por casualidad y me encuentro con mucha información que me resultará útil en mis clases de Psicología de bachillerato. Gracias por utilizar un lenguaje tan accesible al explicar estos temas que podrían parecer áridos o complicados. Te seguiré leyendo y recomendaré a mis alumnos consultar tu blog. Un saludo afectuoso desde México!!

    Viviana Calleja

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