Leo en The Economist (31 de octubre) que la fertilidad humana desciende en el mundo a una velocidad más alta de lo que cabía esperar. En Asia, salvo en Filipinas (por efecto de la doctrina reproductiva que imparte la Iglesia Católica allí), en África, salvo en los paises asolados por las guerras como Congo, Liberia o Sierra Leona, y en Centro y Sudamérica la fertilidad no ha dejado de reducirse. Sólo experimenta ligeros aumentos en algunos paises europeos. Algunos países han experimentado descensos espectaculares. En Irán se ha pasado de 7 en 1984 a 1’9 en 2006 (1’7 en Teheran). China y Brasil presentan tasas por debajo de 2’1. La India se aproxima a ese valor y Bangladesh casi lo ha alcanzado
La relación entre fertilidad y pobreza es evidente, si bien es cierto que otros factores (posibilidades reales de planificación familiar, por ejemplo) también inciden. La fertilidad empieza a caer cuando en un país se supera una renta de 1.000-2.000 dólares por habitante y se coloca por debajo de la tasa de reposición (2’1-2’5 hijos por mujer, dependiendo de la mortalidad infantil) cuando la renta se encuentra entre 4.000-10.000 dólares por habitante.
Menor número de nacimientos por mujer significa mejores condiciones de vida y viceversa. Mejor educación, mejor salud y más renta acompañan al descenso en la fertilidad; se derivan de ese descenso y lo facilitan. El excesivo número de gente en el planeta es uno de nuestros principales problemas como especie. Por eso, que descienda la natalidad más de lo que se esperaba es una magnífica noticia. Como decía esta semana Bob Parks en su boletín digital “What’s new”, estaría bien que se dejase de incentivar la natalidad en los países ricos. Eso también ayudaría. Con menos gente el planeta sería, desde cualquier punto de vista, más habitable y todos viviríamos mejor,
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Según creo recordar sobre cuando leía sobre el tema, esto desdice bastante la idea de que las altas tasas de fertilidad se deben a la ignorancia sobre los métodos anticonceptivos.
En cuanto los niveles de riqueza permiten a un matrimonio no depender de la ayuda que le puedan dar sus hijos en la vejez comienzan a tener menos hijos.
Urte berri on.
Hola Jose Luis. Razón llevas, pero parece ser que todo incide en alguna medida.
El efecto de la riqueza (el bienestar) es el más importante pero no es el único. La mayor cantidad de hijos de los pobres parece ser, simplemente, una especie de respuesta "biológica" a la pobreza: más fuerza de trabajo y de búsqueda de recursos para la familia, porque quizás entre muchos se resuelva o mitigue el problema; por lo visto esa es la lógica principal que opera. Y por eso, lo que dices de la ayuda en el vejez es correcto. Pero también inciden otros factores. Se comprueba que el nivel educativo de las mujeres tiene un efecto muy fuerte, que se puede determinar porque, aunque correlacionado con la riqueza, no lo está como para no poder discriminar sus efectos. Y luego hay otros factores de importancia, como la política china de hijo único, o el efecto que causa la doctrina de la Iglesia Católica en paises como Filipinas, donde ni siquiera se sabe cuánta gente vive (cuando estuve allí nos dijeron que censados eran cerca de 100 millones, pero que podría haber hasta otros 20 millones sin censar) pero donde los pobres (la mayoría) viven hacinados de mala manera en el poco espacio del que disponen (y hay filipinos por todo el mundo). Y luego están los paises más ricos en los que la natalidad repunta. Muy interesante, en cualquier caso, y muy positivo que nazca menos gente.