Investigadores canadienses, utilizando una nueva técnica, han determinado el grado de contribución genética de hombres y mujeres a la población humana actual[1]. Esto puede resultar un tanto extraño, pero en realidad conceptualmente es bastante simple, aunque metodológicamente no lo es tanto. Han estimado para ello la denominada ratio reproductiva mujeres:hombres. En poblaciones monógamas, la contribución es la misma y eso se traduce en que la ratio en cuestión vale 1. En las poblaciones polígamas el valor de la ratio se aleja de 1; es mayor que 1 en el caso de que haya habido poliginia y menor que 1 si lo que ha habido es poliandria. Conviene aclarar que los términos poligamia o monogamia no se refieren necesariamente a situaciones reconocidas socialmente como tales; lo que significa poligamia (poliginia) en este caso es que un mismo varón ha tenido descendientes con más de una mujer.

Pues bien, los investigadores han comprobado que ese índice cambia de unas regiones a otras o, si se prefiere, de unas culturas a otras. Así, en el este de Asia, la ratio vale 1’1, lo que indica una historia en la que ha predominado la monogamia con una muy leve tendencia hacia la poligamia (poliginia). En Europa, el índice vale 1’3; de nuevo, la norma es la monogamia, pero en este caso han contribuído más mujeres que hombres o lo que es lo mismo, menos hombres han tenido descendencia con más mujeres. Y en el este de África, la ratio llega a 1’4, ligeramente superior al valor europeo pero no mucho más. En términos generales,por lo tanto, la monogamia ha sido la norma, pero ha habido alguna tendencia a la poligamia (poliginia), más acusada en Europa y, sobre todo, en África.


[1] Labuda et al., in press, “Female-to-Male Breeding Ratio in Modern Humans—an Analysis Based on Historical Recombinations”,The American Journal of Human Genetics (2010), doi:10.1016/j.ajhg.2010.01.029
Juan Ignacio Pérez Iglesias

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