¿Pornopolítica? No, sólo política y pornografía

¿Tendrá acaso la imagen un significado oculto?

La hipótesis del desafío (“Challenge hypothesis”) tiene curiosas implicaciones. Fue formulada para explicar el comportamiento reproductivo de los machos de aves monógamas. En esos machos los niveles de testosterona se elevan en la primavera, de manera que adoptan un comportamiento agresivo para con otros machos, que son rivales potenciales. Una vez que se han emparejado y se dedican a sacar adelante la nidada, se reducen los niveles de testosterona, así como las tendencias agresivas.

Ese mismo fenómeno, con sus diferencias propias de cada especie o grupo, se ha descrito en peces, lagartos, lemures, monos rhesus, chimpancés y seres humanos. En muchas de estas especies se ha observado, además, que aparte de ese cambio de la elevación hormonal -para emparejarse- al descenso -para criar a la prole-, se pueden producir también otros cambios. Si el resultado de la competición con otros machos es positivo, el nivel de testosterona puede incluso elevarse más, y si es negativo, descender, aunque no haya prole que atender.

Cambios hormonales de ese tipo se han descrito en luchadores de diferentes modalidades, jugadores de tenis, jugadores de ajedrez e incluso en varones que jugaban tirando monedas al aire. Se trata de un fenómeno que tiene sentido en términos evolutivos, ya que si un perdedor mantiene el comportamiento agresivo, su integridad física y hasta su supervivencia correría serio peligro. El ganador, sin embargo, arriesga poco mostrándose agresivo e, incluso, saca ventaja de ello, pues disuade a otros posibles competidores de enfrentarse a él.

Mapa electoral de EEUU en 2008

La pareja, científica y matrimonial, formada por los investigadores Patrick y Charlotte Markey, ha ideado un curioso test para poner a prueba la hipótesis del desafío en varones humanos. En primer lugar han identificado los 10 términos más utilizados en su país, Estados Unidos, para acceder a páginas web con contenido pornográfico y a continuación han cuantificado el uso total de esos diez términos durante la semana anterior y la posterior a unas elecciones de ámbito nacional en los Estados Unidos. Las elecciones en cuestión fueron las presidenciales de 2004, las de 2008 y las “mid-term” de 2006.

De manera asombrosa (al menos para mí), resultó que la búsqueda de páginas porno se elevó entre la semana anterior y la posterior a las elecciones en los estados que habían votado a los ganadores y se redujo en los que habían votado a los perdedores. La diferencia resultó muy pequeña, claro, sólo de entre un 1% y un 2%, pero a pesar de todo fue estadísticamente significativa. Si tenemos en cuenta que en los Estados Unidos el interés por la política es relativamente bajo, es verdaderamente sorprendente que se hayan detectado diferencias significativas.

La afición de "nuestro" Athletic en plena faena

Dejo para la interpretación de los lectores (también de las lectoras, ya que en este caso la distinción puede ser particularmente pertinente) la interpretación del vínculo existente entre búsqueda de estímulos eróticos y niveles de testosterona. Y aún hay algo que no se me va de la cabeza, y es eso que dicen algunas amigas de que cuando gana el Athletic (me refiero al de Bilbao, por supuesto) sus parejas se van a la cama con mucho mejor disposición que cuando pierde. 😉

Referencia: Patrick M. Markey y Charlotte N. Markey (2010): “Changes in pornography-seeking behaviors following political elections: an examination of the challenge hypothesis”. Evolution and Human Behavior 31 (6): 442-446 (Noviembre)

4 pensamientos sobre “¿Pornopolítica? No, sólo política y pornografía

  1. Pingback: ¿Pornopolítica? No, sólo política y pornografía

  2. Io

    @Juan Ignacio Pérez Iglesias
    Enhorabuena, claro, enhorabuena.
    🙂
    Está muy bien que la Diputación esté dispuesta a financiar durante dos años esa nueva cátedra y que les haya convencido de que asuman el proyecto.

    He buscado alguna información más sobre la cátedra y las actividades a desarrollar desde ella. Sólo he obtenido información fragmentaria, hasta ahora.
    Me fijo en la de http://www.laicismo.org/detalle.php?pk=3447
    “…Pérez me ha adelantado que la nueva cátedra va a combatir la irracionalidad que se expresa a través del pensamiento mágico y de todo tipo de supercherías, de movimientos filosóficos como el posmodernismo, “que pone en cuestión la objetividad de la ciencia y de sus resultados”, y del “recelo sistemático ante determinados avances científicos y tecnológicos que son verdaderos hallazgos para la Humanidad y, sin embargo, se cuestionan”, dice en alusión a los transgénicos, la telefonía móvil y la vacunación, por ejemplo.
    …”
    Es posible que sea necesaria una actitud combativa frente a la irracionalidad. Deseo que no resulte tan virulento el combate como para no dejar un ámbito en el que considerar aspectos de la irracionalidad que impregnan nuestra conducta pero que no tienen por qué resultar negativos, a priori. Y estoy pensando en el inconsciente, mientras escribo estas líneas.

    Tengo una amiga muy intuitiva que me sorprende casi siempre con sus puntos de vista y con su modo de relacionar las cosas.
    Hablando con ella sobre la importancia del inconsciente en la conducta de los humanos, se me ha hecho más patente el que el comportamiento de los humanos no es sólo bioquímica y racionalidad. Por eso me crea un punto de inquietud el que en ese combate contra la irracionalidad, ahoguen la intuición si se pasan en el esfuerzo aplicado.

    Como usted ha escrito, “ahora viene lo difícil”.

    Confío en que sus esfuerzos lleguen a buen puerto.

    Saludos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Confianza online