Categories: Sociedad y desarrollo

Al que más tiene más se le dará

Hay dos tipos de carreras profesionales cuyos avances pueden ser medidos de forma sistemática y con relativa precisión, las académicas y las deportivas. En un trabajo de reciente publicación, esas dos carreras han sido utilizadas para contrastar las predicciones de un modelo teórico mediante el que se ha simulado el conocido como “efecto Mateo”.

Se denomina efecto Mateo a un fenómeno consistente en que las personas que se encuentran en mejores condiciones tienen más facilidades para mejorar. El nombre se debe a un adagio extraído del Evangelio de Mateo y más en concreto, de su parábola de los talentos, según el cual “al que más tiene más se le dará” (Mt, cap. 25, vers. 14-30), y que en los campos de la economía y la sociología, expresa la idea, correcta o no, de que los ricos tienden a hacerse cada vez más ricos.

En el terreno profesional existe la percepción, basada seguramente en la experiencia, de que las posibilidades de progreso dependen en gran medida de los logros alcanzados en el pasado y de la misma duración de la carrera. Y es este el ámbito en el que los autores del trabajo citado han pretendido evaluar tal efecto. Lo han hecho realizando predicciones a partir de un modelo estocástico, y contrastando tales predicciones con determinaciones cuantitativas a partir de determinados indicadores de progreso profesional. El modelo consta de dos ingredientes esenciales, progreso aleatorio y tiempos de finalización aleatorios que corresponden, a su vez, a una tasa estocástica de riesgo. [Advierto en este punto que el autor de este blog no tiene sino una ligerísima idea de estas cuestiones, por lo que las aclaraciones que pudieran ser menester habrá que buscarlas en la referencia original incluída más abajo.]

Para contrastar las predicciones del modelo estudiaron las trayectorias de publicación de artículos científicos de cuatrocientos mil investigadores en seis revistas científicas de alto impacto: Nature, Science, los Proceedings of the National Academy of Science (PNAS), Physical Review Letters (PRL), New England Journal of Medicine (NEJM), y CELL. Y también analizaron las carreras de veinte mil deportistas en cuatro ligas profesionales: la Major League Baseball (MLB) de los EEUU, la Korean Professional Baseball de Corea, la National Basketball Association (NBA) de los EEUU, y la English Premier League, del RU. En cada caso utilizaron indicadores cuantitativos adecuados al ámbito profesional y en el caso de las carreras deportivas, indicadores propios de cada deporte. Así, en las carreras científicas se utilizaron indicadores tales como tiempo transcurrido entre dos publicaciones en la misma revista o los bibliométricos de uso más general, como el índice h y otros relativos a la producción científica o a las citas recibidas. Y en el caso de los deportes, una determinada situación en el rango puede determinarse mediante el número acumulado de oportunidades de juego que ha obtenido un jugador; así, se utilizaron indicadores tales como tiempo de juego acumulado (en baloncesto o fútbol) y número acumulado de ocasiones en que se ha desempeñado determinada tarea en el juego[1].

La conclusión general del estudio es que, efectivamente, el efecto Mateo se produce en las carreras consideradas. Lo normal es que la mayor parte de las carreras tengan una duración muy corta, con pocas, o una única, participaciones en el juego en el caso de las carreras deportivas, y una única publicación en alguna de las revistas consideradas en el caso de las carreras científicas. Sin embargo, otras, muy pocas, acaban convirtiéndose en carreras de éxito. Esas carreras de éxito requieren, por supuesto, talento profesional, porque aunque los elementos azarosos tienen un gran importancia, una carrera de éxito no es posible sin talento. Y además, dado que el tiempo en el ejercicio de la profesión constituye un poderoso “capital” de prestigio acumulado, quienes comienzan pronto a “jugar” o a “publicar”, tienen más posibilidades de desarrollar carreras prolongadas de éxito.

Fuente: Alexander M. Petersen, Woo-Sung Jung, Jae-Suk Yang y H. Eugene Stanley (2011): “Quantitative and empirical demonstration of the Matthew effect in a study of career longevity” PNAS 108 (1): 18–23


[1] Mi desconocimiento de las reglas y la nomenclatura del beisbol me impide aportar más precisiones.
Juan Ignacio Pérez Iglesias

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  • Es muy cierto el efecto Mateo, lo veo en todos lados y particularmente en mí, cuanto más recursos económicos se tiene, incluso conocimientos vistos también como recursos, podemos ampliar más nuestras posibilidades de avanzar hacia donde queramos, pero el salto entre paso y paso es cada vez más abismal cual potencia de "Y" a la "R" siendo "R" los recursos que poseemos e "Y" es nosotros mismos.

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Juan Ignacio Pérez Iglesias

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