Expansiones poblacionales en el Neolítico

Útiles de trabajo agrícola característicos del neolítico

La agricultura surgió hace unos 12.000 años en Oriente Próximo. Aunque no esté claro cómo se produjo la transición de la caza y la recolección al cultivo de plantas para su consumo como alimento, lo cierto es que la agricultura triunfó y acabó desplazando a esos métodos más antiguos de obtener alimentos. Y lo que es más remarcable aún: además de en Oriente Próximo, también apareció en otras zonas del planeta y lo hizo de forma independiente.

Según un trabajo de reciente publicación, la llegada de la agricultura a una zona concreta vino seguida por un crecimiento poblacional muy superior al que experimentaban los pueblos cazadores y recolectores que habitaban en esas zonas con anterioridad. El trabajo se ha basado en el análisis de marcadores del ADN mitocondrial, que es el que se transmite por vía matrilineal, y las conclusiones se han obtenido a partir de modelos matemáticos que permiten estimar tamaños y tasas de crecimiento poblacionales. El procedimiento utilizado exige que se identifiquen marcadores a los que atribuir una procedencia geográfica determinada; de otra forma no es posible “decidir” de dónde proviene un linaje determinado y, por lo tanto, no podría asignarse a tal linaje la condición de “neolítico” o “paleolítico”.

Molino de vaivén

Los restos más antiguos de prácticas agrícolas de que se tiene conocimiento en Europa datan de hace unos 8.000 años. Según las conclusiones de este estudio, hace unos 7.700 años, en concordancia con la introducción de la agricultura en Europa central, la población correspondiente a un linaje procedente del Oriente Próximo empezó a crecer rápidamente, con una tasa de crecimiento del 0’058% anual. En contraste, la población autóctona no se incrementó de la misma forma, sino que experimentaba un lento aumento (a una tasa de 0’021% anual), aumento que se había iniciado hace unos 12.000 años, hacia el final del periodo Dryas Reciente, un intervalo de tiempo durante el que se produjo un frío intenso y que finalizó hace, aproximadamente, unos 11.500 años. Así pues, la tasa de crecimiento del linaje procedente del Oriente Próximo casi triplicaba la de los cazadores-recolectores originarios del continente europeo. Como es evidente, una diferencia tan abultada en las tasas de crecimiento poblacional de unos grupos humanos y otros hubieron de tener consecuencias demográficas muy profundas.

Expansión bantú

En África hace unos 38.000 años se inició una primera etapa de lento crecimiento poblacional en el linaje que posteriormente iba a protagonizar la revolución neolítica en esa parte del mundo. Ese crecimiento inicial pudo quizás corresponder a la llegada al Oeste de África de los primeros seres humanos modernos (aunque este es un asunto bastante controvertido). Después, hace unos 5.000 años, los pueblos de habla bantú que habitaban en  la cuenca del río Congo (Nigeria y Camerún) empezaron a cultivar plantas para alimentarse. Y un poco más tarde, hace unos 4.600 años, se produjo una expansión más intensa de ese mismo linaje, expansión que fue posible gracias a tasas de crecimiento poblacional del orden de 0’032% anual. Esos fueron los seres humanos que extendieron la agricultura por gran parte del África subsahariana. El linaje de los cazadores recolectores, sin embargo, no experimentó cambios apreciables en el tamaño de población en todo el periodo, y de hecho, su tasa de crecimiento fue de tan solo un 0’007% anual.

En el Sudeste de Asia la primeras evidencias de cultivo de arroz datan de hace unos 4.400 años en Tailandia, y de allí se expandió rápidamente por las islas de la zona; al mismo periodo corresponden las primeras evidencias de agricultura en Taiwán. Los análisis genéticos indican que hace unos 4.700 años se inició una expansión poblacional (a una tasa anual del 0’063%) que ha dio lugar a diferentes movimientos migratorios hacia las zonas costeras de Papua Nueva Guinea e islas polinésicas.

El cultivo del arroz se inició en Tailandia

En las zonas altas de Papua Nueva Guinea se había iniciado mucho antes la horticultura (al menos hace unos 7.000 años), pero los datos no indican que en épocas próximas se produjesen expansiones poblacionales. Al parecer el primer aumento poblacional que se estima se produjo en esa zona tuvo lugar hace unos 26.000 años (tasa de crecimiento del 0’011% anual) y la época de más rápido incremento corresponde a tiempos posteriores al Último Periodo Glacial (hace unos 14.500 años), cuando se inició un intervalo de calentamiento estable en el conjunto del planeta.

En lo que a Europa se refiere, y según el trabajo citado, al no haberse producido expansiones poblacionales del linaje autóctono de cazadores recolectores tras la aparición de la agricultura, se puede concluir que el Neolítico se expandió mediante lo que se conoce como difusión démica, y no por difusión cultural. Esto es, los pueblos cazadores/recolectores autóctonos no hicieron suya la nueva cultura, sino que fueron los agricultores los que, por crecer más rápidamente, se expandieron por el continente. Si la difusión de la agricultura se hubiera producido por un movimiento poblacional masivo desde el oriente Próximo, hubiera llegado antes al centro de Europa (hace 10.000 años quizás). Según el trabajo que gloso aquí, la expansión de los agricultores habría sido protagonizada por un grupo relativamente pequeño de personas procedentes del Oriente Próximo y fue extendiéndose poco a poco hacia Occidente conforme ese grupo humano creció en tamaño. Ese grupo era pequeño, pero acabó expandiéndose por toda Europa, y gracias a su tasa de crecimiento poblacional alta, acabó teniendo un gran impacto genético en todo el continente.

Para acabar, una consideración metodológica. Hace un tiempo escribí aquí que la agricultura había llegado a Europa traído por los varones, y que esos varones se habían emparejado con mujeres de los linajes autóctonos. Carezco de las suficientes nociones acerca de estas cuestiones como para valorar en sus justos términos las virtudes y defectos de unos trabajos y otros, pero no deja de llamarme la atención el hecho de que las conclusiones a que se llega sean tan dependientes de la aproximación metodológica.

Fuente: Christopher R. Gignoux, Brenna M. Henn, and Joanna L. Mountain (2011): “Rapid, global demographic expansions after the origins of agriculture” PNAS 108 (15): 6044-6049 (www.pnas.org/cgi/doi/10.1073/pnas.0914274108)

2 pensamientos sobre “Expansiones poblacionales en el Neolítico

  1. Io

    Buenos días JIPI. Es bien interesante esta entrada suya.
    Leído el artículo, lo pongo en relación con lo que nos contaba el sábado el Comisario de la exposición ” Los platos rotos” del Museo Arqueológico de Bilbao. Y no entiendo muchas cosas, lo que no me extraña porque nada sé de Arqueología, como nada sé sobre Poblaciones y su genética.
    Invoco paciencia y buenn humor, dentro d elo posible.
    Veamos. Sobre cerámica se nos contó que surgió en China, Africa subsahariana, Oriente Medio y las Américas. de modo independiente, en el espacio y en el tiempo.
    De Asia, entendí que fue el primero de los sitios donde está constatada su existencia y creo que se dió la cifra de 10000 años antes de JC.
    Supongo por mi cuenta y riesgo que la producción de cacharrería de barro cocido tuvo que ver con la sedentarización de aquellos grupos humanos, la mayor facilidad para acumular y conservar excedentes de gramíneas utilizadas en la alimentación y asuntos conexos. Pero la cocción de cacharros debió de requerir del uso de hornos y parece acreditado que los primeros hornos se usaron para la obtención de cal y de yeso, pero no recuerdo dónde ni cuando.
    Resumiendo, que estoy hecho un lío al tratar de seguir la pista de los avances tecnológicos que permitieron pasar de la azada de piedra y el palo para usos agrícolas, a otros utensilios que dierann mayores rendimientos a los cultivos ya que sólo hay necesidad de conservar granos si se colectan en cantidad apreciable. Y la conservación de granos o su almacenamiento, se ve facilitada si se dispone de recipientes resistentes y fáciles de transportar.
    No he encontrado aún un sitio en el que consultar esas y algunas otras cuestiones.
    Y eso es lo que le comento, J.I. P. I. (una lata lo de poner el punto tras cada mayúscula).

    Saludos.

    1. Juan Ignacio Pérez Iglesias Autor

      Buenas tardes Io. Es una grata sorpresa encontrarte por aquí de nuevo. Disculpa la tardanza en responder a tu comentario, pero estoy más ocupado que nunca. Esta semana recibo estudiantes todas las mañanas en el despacho con las lógicas preguntas y preocupaciones anteriores a los exámenes que se avecinan. El caso es que he buscado en algunos de mis libros y no he encontrado nada relativo a las cuestiones que te interesan. En “La invención de la agricultura” de J H Reichholf (Crítica), aunque dedica un breve capítulo a los recipientes de cerámica, realmente no informa de nada de fuste. Y en otro que estoy leyendo ahora (“El optimista racional” de Matt Riddley, Taurus), tampoco he visto nada en el capítulo dedicado al Neolítico. En fin, si viese algo en algún otro lugar, dejaría un comentario por aquí.
      Saludos
      P.S.: no es necesario poner puntos tras las mayúsculas

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