Humor, emparejamiento y sexo

risa

Sean de la cultura que sean, todas las personas reaccionan ante el humor con sonrisas, risas o alborozo. Sin embargo, aunque mucho se ha especulado acerca de sus orígenes ancestrales y su posible valor adaptativo[1], no hay ninguna evidencia de que el humor sea un rasgo que reporte beneficios en términos evolutivos. Se puede decir, por ello, que el humor es un enigma evolutivo.

Geoffrey Miller, en su conocido ensayo “The mating mind” (2000), desarrolló la teoría de los indicadores mentales de adecuación (fitness, en sentido darwiniano). Según esa teoría, determinadas capacidades humanas, como el lenguaje o la creatividad, han evolucionado, al menos en parte, porque hombres y mujeres han elegido, de forma más o menos sistemática aunque seguramente inconsciente, a parejas con determinados rasgos mentales, por ser esos rasgos indicadores de buena “calidad genética”.

En un trabajo reciente, Gil Greengross y el citado Geoffrey Miller han analizado el grado en que ciertas características, entre las que se encuentra la capacidad para producir humor y el éxito de emparejamiento, se encuentran asociadas. Parten de la idea de que la capacidad para producir humor ha de ser sexualmente atractiva porque constituye una señal de inteligencia, creatividad y salud mental muy difícil de falsificar.

Las variables analizadas en el trabajo fueron dos medidas de inteligencia (una relativa a la capacidad de razonamiento abstracto y la otra de inteligencia verbal), la capacidad para producir humor verbal, y el éxito de emparejamiento. En el análisis de esta última variable se tuvo en cuenta la actitud más o menos favorable a la promiscuidad o la moral sexual de los individuos encuestados.

Según los autores, el estudio confirmó las siguientes tres predicciones derivadas de su teoría de los indicadores mentales de adecuación: 1) que la inteligencia predice la capacidad para producir humor; 2) que la capacidad para producir humor predice el éxito de emparejamiento, y 3) que los hombres son más capaces que las mujeres para producir humor. Concluyen, además, que la capacidad para producir humor es la vía a través de la cual la inteligencia incide en el éxito de emparejamiento. Llegan incluso a sugerir que la inteligencia resulta sexualmente atractiva, más que nada si se manifiesta a través del humor verbal.

pareja riendo

Pues bien, los resultados del trabajo me han parecido confusos y poco concluyentes. Y eso me ha sorprendido, no tanto porque piense que las ideas de los autores habían de verse confirmadas de forma más contundente por su propia validez o corrección, sino por otras razones. Por un lado, me resulta especialmente confuso todo lo relativo a la diferencias entre hombres y mujeres: aunque se afirma que ellos y ellas son igualmente inteligentes, no se explica de un modo satisfactorio como casan a la vez las predicciones 1 y 3.

Y por otro lado, los coeficientes de correlación entre las variables estudiadas son, en general, muy bajos; tengo la impresión de que las asociaciones son más débiles de lo que cabría esperar y en algunos casos difícilmente soportan las conclusiones. Y eso me sorprende, porque sean cuales fueren las bases teóricas de este trabajo, siempre he pensado que la gente con más sentido del humor y con más capacidad para hacer reír a los demás resulta, de hecho, más atractiva, sobre todo en el caso de los hombres. Por esa razón, yo hubiera esperado resultados mucho más claros. O dicho de otra forma: ¿quién no recuerda que los tipos más graciosos de su cuadrilla eran los que más éxito tenían?

Fuente: Gil Greengross y Geoffrey Miller (2011): “Humor ability reveals intelligence, predicts mating success, and is higher in males” Intelligence 39: 188–192.


[1] Ch. Darwin se refirió a este asunto en “The expression of the emotions in man and animals”, de 1872.

2 pensamientos sobre “Humor, emparejamiento y sexo

  1. Almudena

    Yo había leído (oído/visto en algún lado) que el sentido del humor era indicativo, más que de inteligencia, de las capacidades sociales de cada cual. Aquel que cuenta mejores chistes es quien mejor conoce y maneja los “sobreentendidos” comunes a todo el grupo. Por eso el humor es un rasgo tan característico de un determinado colectivo (humor gremial, humor nacional…). De hecho hay gente relativamente tonta capaz de hacer mucha gracia (y no creo que El Club de la Comedia sea la sede principal de Mensa), pero casi todos tienen en común su capacidad para hacer amigos, su popularidad.

    1. Juan Ignacio Pérez Iglesias Autor

      Hola Almudena
      A mí me parece una idea muy razonable. Sólo se me ocurren dos consideraciones: 1) El trabajo que gloso en el artículo se basa en metodología estadística; dice que la gente más inteligente tiende a producir más (mejor) humor, no que ser un buen humorista signifique que eres muy inteligente. Son cosas distintas, porque en la capacidad para hacer gracia influyen otros factores y porque la inteligencia se puede manifestar de otros modos (¡eso espero!). 2) El trabajo se refiere al humor como indicador de adecuación o aptitud mental; la hipótesis a la que haces referencia no sería incompatible con esta, podrían incluso ser complementarias.

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