El 14 de noviembre se ha convocado una huelga general en varios países europeos, que se verá acompañada de manifestaciones y paros sectoriales en el resto de Europa. Es un momento nuevo, excepcional. Esto nos llama a tener una palabra de reflexión y a animar, una vez más, a la participación ciudadana responsable que pueda transformar las situaciones de injusticia que constatamos a nuestro alrededor.
Lo hemos visto en América Latina y en África en las últimas décadas del siglo pasado. La “solución” que se aplicó fue un recorte del gasto público social que aumentó la vulnerabilidad de las mayorías, generando mayor desigualdad, exclusión y pobreza. Dichas experiencias nos hacen afirmar que esas políticas no tienen por objetivo conseguir un futuro mejor para todos y todas, sino aprovechar la crisis para que las condiciones sociales de los países del sur de Europa se parezcan cada vez más a las de los países empobrecidos.