Sichuan: los hijos del terremoto

Cuando el mundo entero mira hacia Haití, Chile y ahora Turquía, y cuando todos nos preguntamos dónde temblará la tierra la próxima vez, en Sichuan, en el suroeste de China, siguen mirando hacia arriba; hacia la montaña que se les vino encima. También miran hacia donde estaban las escuelas que ya no están.

El número de víctimas es sin duda el primer termómetro a la hora de medir las consecuencias de una tragedia, y ningún desastre es peor que otro, si hablamos de pérdidas humanas. Aun así, hay otros indicadores de lo devastada que puede quedar toda una región, cuando, como ocurrió en Sichuan el 12 de mayo de 2008, la vida se para. El vacío de un pueblo se puede medir también por los sonidos que faltan en sus calles y en los pueblos de Sichuan faltan los niños y los ruidos de sus juegos.

Sichuan mother

Mujer embarazada en Sichuan (China Daily).

El gobierno chino estima que en aquel terremoto murieron unas 70.000 personas, pero según la población local la cifra de víctimas pasa de las 90.000, debido a que muchos de los muertos no constaban en registro alguno. De todas aquellas víctimas 5.335 fueron niños que se encontraban en la escuela. Aunque la mayoría de los edificios aguantaron el gran terremoto y las posteriores sacudidas, las escuelas de Sichuan prácticamente se derritieron, y a punto de cumplirse el segundo aniversario de la catástrofe, ha quedado claro que la corrupción en los diferentes niveles del poder se llevó el dinero destinado a que esas escuelas fueran mas resistentes.

Para los padres y madres que perdieron un hijo en el terremoto, igual que para los que los han perdido en Haití o en cualquier otro, nada peor puede pasar. El drama añadido en China es que cada pareja puede tener un solo hijo, y muchas personas sintieron entonces que todo había terminado para siempre, que estaban ya muertos en vida. El gobierno se apresuró a ofrecer a quienes perdieron un hijo o a cuyos hijos quedaron seriamente impedidos, la opción excepcional de tener otro.

Antes de que terminara el año, unas 750 de las madres que perdieron a su único hijo en mayo, estaban embarazadas de nuevo. Para muchas, no había tiempo que perder y el primer hijo del terremoto nació nueve meses después, el 14 de febrero de 2009.

 El gobierno ha invertido 10 millones de euros en un plan especial de planificación familiar para la zona del desastre y las mujeres que por su edad o por diversos problemas tenían dificultades para tener hijos, han recibido tratamientos que no hubieran podido pagar antes de la tragedia.

Decenas de miles de personas perdieron a su cónyuge en el temblor, y miles de esas personas también se apresuraron a casarse de nuevo. Muchos se casaron con aquel vecino o vecina que les ayudó a buscar a su pareja en las primeras horas tras el seísmo. Es el caso de Zhang Lang y Wen Zhong Ze a quienes entrevistamos el año pasado, con motivo del primer aniversario del terremoto. Vivían en una pequeña casa prefabricada, cerca de la que era antes de que el temblor la sepultara, la ciudad de Beichuan. Se acababan de casar y los caracteres de la felicidad y la prosperidad colgaban de su puerta. Por separado se mostraban contentos de haberse encontrado y haberse decidido tan pronto a casarse, animados por sus hijos. Ya no estarían más solos. Cuando estaban juntos, él no era capaz de mirarla mientras hablaba de cómo no pudo encontrar bajo los escombros a la que entonces era su mujer. Ambos nos dijeron que ya era tarde para ellos, pero que todos los que pudieran deberían tener más hijos para traer la alegría de nuevo a Sichuan.

Eso es lo que intentan miles de parejas en toda la región. Más de la mitad de las mujeres que perdieron un hijo, cerca de 3.000, se han quedado embarazas desde el terremoto. La mayoría tiene entre 35 y 40 años. Han nacido 1.489 niños. No vale sumar, y desde luego no vale pensar que un niño compensa otro, pero lo cierto es que parece que en los poblados de casas prefabricadas, llenos de aquellos que esperan la construcción de sus nuevos hogares, se vuelven a oír los sonidos que faltaban.

3 thoughts on “Sichuan: los hijos del terremoto

  1. Pingback: EITB News

  2. Pingback: eitb

  3. Pingback: lontzo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *