Archivo por días: 24 enero, 2011

El rostro del antiguo régimen

Cada día desde hace once años Imed Barboura se pone delante de las cámaras para presentar las noticias en el canal público tunecino. La cadena ha pasado de llamarse Tunisie 7, en honor a 7 de noviembre de 1987 en el que Ben Alí llegó al poder, a National Tunisian TV y el color morado de sus caretas, el favorito del dictador,  es ahora rojo, como la bandera nacional.  Los cambios de nombre, color y contenidos, sin embargo, no han traído de momento el cambio de caras e Imed sigue al frente de los telediarios.

“Fui el primero en dar la noticia de la salida del ex presidente. Estuvimos diez horas preparando el comunicado y cuando me puso ante la cámara fue como sacar una pesadilla de mi interior”, asegura este periodista de 38 años que hasta 1995 desarrolló su trabajo en la radio. “La gente me quiere, mi rostro es popular y todos saben que no tengo vinculación política con el RCD, pero no tenía otro remedio que leer los comunicados que nos imponían. No era periodismo, sólo propaganda“, lamenta.

Imed califica la etapa anterior de “trabajo institucional” y piensa que “los medios perdimos toda la credibilidad”. Ahora en el canal estatal se viven momentos de gran tensión. La noticia de que las fuerzas del orden investigan a Abdelwahab Abdalá, responsable de la censura durante el régimen, ha sido un bálsamo para estos profesionales “que no sabemos cómo hacer nuestro trabajo, estamos aprendiendo y hay que ser exigentes para estar a la altura de lo que han logrado los ciudadanos”, afirma Imed.

Las luces que iluminan por la noches el edificio de la televisión pública siguen siendo de color morado. En lo alto de la colina de Al Manar, frente al Sheraton, el edificio se convirtió en símbolo de la propagando oficial De momento los ciudadanos siguen sin confiar en esta cadena. Sus unidades móviles no se han movido de la capital, aun no han viajado por el país para recoger testimonios ni imágenes. “Falta de medios”, argumentan los directos. “Falta de profesionalidad”, replican periodistas y técnicos, muchos de los cuales duermen incluso en la redacción para hacer posible una emisión de 24 horas.

¿Qué protesta toca hoy?

Es la pregunta con la que desayunan cada día los 10 millones de tunecinos. A las reivindicaciones políticas que exigen la dimisión del gobierno provisional por sus lazos con el antiguo régimen se le suman exigencias sociales y laborales de todo tipo. Desde policías hasta taxistas, pasando por los dueños del pequeño comercio, todos reclaman cambios en la legislación y mejoras en su calidad de vida.

El problema es que los gritos van dirigidos a unas instituciones transitorias, frágiles hasta la pérdida del conocimiento, que confiaban en que los tres días de luto por los mártires de las revueltas les dieran una tregua. No ha sido así. En el nuevo Túnez no hay tregua, no hay tiempo que perder, los ciudadanos ya han perdido 23 años de sus vidas y ahora exprimen cada minuto de vida.

Hoy domingo, las protestas incluso se adelantan. Es jornada festiva en el país, pero las manifestaciones no tienen calendario ni horario. A las siete y media de la mañana la muchedumbre ha tomado la avenida Habib Burghiba con sus gritos, carteles y eslóganes para mantener viva la llama revolucionaria.