Archivo del Autor: Xabier Collados

Informes sobre Grecia

Entre tanta medicina con efectos secundarios mortales, Bruselas ha querido darle una aspirinita a Grecia. Aparte de la llamada “troika” encargada del rescate griego (con gente de la Comisión, del FMI y del Banco Central Europeo), Atenas ha recibido a un grupo de expertos con una tarea diferente: ayudarles a aprovechar lo mejor posible los fondos europeos a los que tienen derecho y proporcionarles ayuda técnica.

Y las conclusiones de estos expertos sobre el fraude fiscal en Grecia son escalofriantes. El estado ha dejado de ingresar 60 mil millones de euros a causa del fraude fiscal. Eso es una quinta parte del PIB de Grecia y la mitad del segundo rescate de la UE. El informe le pone cifras a una realidad ya conocida y muy comentada al principio de la crisis griega: casi nadie paga impuestos allí. Ni los ricos, que han sacado miles de millones desde el principio de la crisis (Grecia está negociando con Suiza cómo grabar a los griegos que han cambiado su residencia fiscal a los Alpes), ni los empleados por cuenta propia que son la mitad de la población activa.

El informe dice que en este momento hay abiertos 165.000 pleitos de la administración contra contribuyentes escurridizos, por un importe total de 30.000 millones de euros. Y los expertos de Bruselas dicen que entre 6 y 8 millones de euros pueden recaudarse inmediatamente con solo ponerse a ello. Porque este es otro problema, la eficacia de la administración griega. Basta con recordar que el ministerio de Hacienda estaba sin informatizar y que uno de los últimos impuestos introducidos por el ex primer ministro Papandreu – uno sobre la vivienda en propiedad – se estaba cobrando a través de la compañía eléctrica, cortando la luz si resulta necesario.

Sobre la aspirina, la inversión europea en Grecia, Bruselas habla de construir 5 autopistas allí que, al parecer, generarían 10.000 puestos de trabajo y del proyecto Helios, de producción de energía solar.

La independencia del BCE

La canciller de Alemania lleva toda la crisis defendiendo la independencia del BCE. Lo ha hecho por activa y por pasiva, y no solo pensando en los tipos de interés sino sobre todo en los programas de compra de deuda que inició el anterior presidente de la entidad, Jean-Claude Trichet. La “independencia” del BCE era el conjuro con el que Alemania quería evitar que el BCE se dedicara a comprar deuda o asumiera cualquier otro cometido que el de ocuparse de mantener la inflación razonablemente baja: esa herencia recibida del antiguo Bundesbank.

Basta con mirar tres titulares repescados al azar de 2007, 2009 y de hace un par de semanas:

“Merkel defiende la independencia del BCE y asegura que Alemania” seguirá bajando el déficit, en El Economista.

“Merkel teme por la independencia del BCE”, Die Welt.

“Merkel defiende la independencia del BCE y asegura que Alemania seguirá (re)bajando el déficit”.

Pues bien, ahora el partido conservador de la canciller, la CDU, defiende un cambio en el sistema de voto del consejo de gobierno del BCE, integrado por los presidentes de los bancos centrales de los 17 países del euro. Como ahora se sigue la política de “un país, un voto”, Alemania se encuentra con que el voto de Malta o el Eslovaquia pesan lo mismo que el del presidente del Bundesbak Jens Weidmann. Y eso no le gusta al partido de Merkel que pretende corregir esa independencia mediante un sistema en el que cada país tenga un peso acorde al de su economía. El sistema de voto sería parecido al que rige para las decisiones de los 27 en el Consejo Europeo (y es tan complicado, que la web del Consejo tiene su propio calculador de votos, entretenido).

Dicen que la propuesta puede ser una de las condiciones alemanas de la próxima cumbre de diciembre. Y así se completará la regermanización de Europa.

Futuro incierto

Estamos donde se temía tras el primer rescate de Grecia: Italia, la 3ª economía del euro está al borde del abismo. Ayer me lo comentaba Iratxe Etxebarria, de la radio: “¿Te acuerdas de cuando decían que no habría dinero si caía un país grande?”

Pues aquí estamos, Italia es un país grande y tiene una deuda del 120% de su PIB. Es socio fundador de la UE y no hay dinero para rescatarlo porque Merkel y compañía no han querido rascarse el bolsillo y esperan que sean los chinos (!) los que pongan el dinero para salvar nuestra moneda.

En los últimos diez años, la economía italiana se ha mantenido estancada, gracias a Silvio Berlusconi. Su dimisión es lo único bueno de todo esto y hasta podría provocar una singular reacción de simpatía popular por los llamados “mercados” (la gente a la que se le debe dinero).

Lo primero que me sorprende es que esa gente haya tardado tanto en dejar de fiarse, a pesar de que Italia no crece y de que su gobierno no ha adoptado una sola medida de austeridad hasta julio de este año (cuando eran más duros, por ejemplo con España, con una deuda relativamente baja).

Y lo segundo, es una pura coincidencia: Berlusconi cae menos de un mes después del linchamiento de su colega Gadafi (al que, por cierto, no dudó en “traicionar” él mismo, por utilizar su vocabulario). Comparo a los dos personajes y me llaman la atención las similitudes: tiranos, vividores; ambos tenían harenes y ambos parecían muñecos, de tantos retoques. Y hasta tienen la misma mirada asesina.

¿Habrá llegado la primavera árabe a Italia? No, han sido los mercados.

Por cierto, he usado un buscador para la foto de Berlusconi. También salen chicas desnudas y hasta Kaká en su etapa en el Milán.

Alemania y los Pigs

pigs

Lo de la foto es la crisis del euro, vista por los bohemios del centro de Berlín. Y resulta sorprendente porque no defiende la postura oficial de cualquier contribuyente alemán, sino más bien la contraria y en inglés, para que lo entiendan todos los turistas que suelen pasar por aquí. La pancarta cubre toda una fachada de un edificio abandonado de la Auguststrasse, la calle de las galerías de “arte” (soy escéptico). Y en ella salen Merkel y Sarkozy manipulando un cerdo descuartizado que representa a los países del sur de Europa, los PIGS según el horrible apodo ideado por los anglosajones: Portugal, Ireland/Italy, Greece, Spain. El diario británico The Guardian se montó un videoclip musical muy irónico sobre los PIGS que circuló por Internet hace unos meses:

Los autores de la pancarta piensan lo que pensamos muchos: que Merkel y Sarkozy dirigen la UE pensando solo en sus propios intereses y que Alemania no quiere contribuir a estabilizar el euro aunque es el país más beneficiado por la moneda común y de que su superávit procede del déficit de los países del sur.

Y que la rigidez de Alemania con Grecia (a pesar de la falta de seriedad de Grecia, su gobierno lo está intentando absolutamente todo) va a acabar por hundir toda la zona euro empezando por los países del sur. Pero ya se sabe que la vieja cantinela de “los del sur son unos vagos” tiene mucho tirón en Alemania, donde les gusta presumir de su Zuverlässigkeit (seriedad, fiabilidad).

Mladic en el banquillo

Los acusados se parecen mucho en este Tribunal para los crímenes de la antigua Yugoslavia. De hecho, se dice que hasta se llevan bien los que se mataron entre sí durante la guerra – croatas y serbios – porque tienen la misma mentalidad, porque comparten residencia ahora en la prisión de Scheveningen, porque tienen vivencias parecidas y porque, lógico, en la prisión no les permiten hablar de política.

Hoy era el turno de Ratko Mladic, el jefe militar de los serbios de Bosnia, que dirigió el asedio de Sarajevo – la famosa avenida de los francotiradores -, las violaciones, la campaña de terror contra la población musulmana y la masacre de Srebrenica, donde mandó ejecutar a todos los hombres adultos: más de 7.000 ejecuciones.

El patrón de todos los acusados es el mismo: no reconocen la autoridad del Tribunal, niegan los hechos de los que se le acusa y suelen interrumpir al juez con soflamas patrióticas, que el juez corta recordando los procedimientos y el sentido de esta vista previa. Aquí hoy se trata de declararse culpable o no culpable, porque para el juicio aún quedan, seguro, muchos meses. En esto la vista ha sido exactamente igual que la de hace dos años con Radovan Karadzic, porque ambos han intentado convertir sus juicios en plataformas políticas – “yo defendí a mi país, yo no he matado a un croata por ser croata, (…) no he matado a nadie en Libia”, ha dicho Mladic-. Y ambos han querido entorpecer el desarrollo del juicio alegando falta de tiempo y quejándose de la multitud de documentos que les han sido entregados – “tres archivadores”, se queja Mladic -.

El acusado dice que necesitará varios meses para examinar la documentación antes de decidir cómo se declara, pero el procedimiento dice que solo se le conceden 30 días. Quizá Mladic pretenda defenderse a sí mismo, como su compañero Radovan Karadzic. Algún periodista preguntó en la rueda de prensa del miércoles si Mladic vivirá para conocer su sentencia. Se refería a si estaba bajo vigilancia para evitar un suicidio, pero las dudas tienen más que ver con su estado de salud: la baza que está utilizando su abogado para retrasar el proceso. Hoy él ha dicho que espera vivir para ser un hombre libre pero ha pedido un receso privado durante el cual ha hablado de su estado de salud. Y ese estado de salud es confidencial y el Tribunal no puede desvelarlo si no es por petición expresa del acusado.

Mladic se queja, sin embargo, de que le llevan del brazo como si no pudiera andar por sí mismo -“como si fuera un hombre ciego”- y dice que él es el General Mladic, que todo el mundo lo sabe, y que le irrita ese tratamiento. Así que el General ha venido casi de caqui, con gorra y ha empezado el juicio haciendo el saludo militar. Desde la sala de invitados las víctimas le han gritado “asesino” y “monstruo”.

Grecia, al límite: crónica desde Atenas

Ya han empezado las movilizaciones en Grecia, la tercera ronda. Militantes del sindicato comunista se han congregado en la Plaza Omonia, desde donde la manifestación marchará hasta el parlamento. Esta es la zona donde hubo enfrentamientos más duros en la última manifestación unitaria de los sindicatos. En este grupo hay sobre todo jóvenes, armados con palos y con cascos y gritan alto.
Protestas sindicales en Atenas (AFP).

Protestas sindicales en Atenas (AFP).

La policía ya ha comenzado a cortar algunas calles del centro, pero hace poco aun circulaba el trole y circulaban la mayoría de los taxis, que se suone que iban a parar hace media hora. El metro está cerrado.
La otra manifestación saldrá de Pedión Areos, un parque. La forman la GSEE, el sindicato afín al partido del primer ministro Papandreu, y el de los funcionarios, ADEDY. Ésta será más numerosa. Han preparado bien el trayecto, con megafonía, al menos, en la primera parte del recorrido.
Dicen que ningún otro partido distinto del socialista, el de Papandreu, podría aplicar medidas de ahorro tan duras: recortes de las pensiones, de los salarios de los funcionarios, subidas de impuestos y anulación de los convenios. Las protestas de hoy nos dirán si es factible que puedan aplicarse de verdad.

BHV, el distrito que podría romper Bélgica

Bruselas-Halle-Vilvoorde (BHV) es el distrito electoral y judicial que forman la capital, predominantemente francófona, y las localidades que la circundan, pertenecientes a la región de Flandes – de habla neerlandesa-. Supone una excepción en un país legalmente dividido según fronteras lingüísticas.

Hay que recordar que Bruselas es una isla francófona en medio de Flandes, cuyo crecimiento queda limitado por la frontera. Así, muchos francófonos se han instalado en la periferia de Bruselas, en territorio flamenco. Los flamencos se refieren a este fenómeno despectivamente como “la mancha de aceite”.

La division lingüística en Bélgica. De amarillo, el distrito BHV - de habla neerlandesa -, con Bruselas - bilingüe- destacada en azul. Abajo, en rojo, la zona de habla francesa.

La division lingüística en Bélgica. De amarillo, el distrito BHV - de habla neerlandesa -, con Bruselas - bilingüe- destacada en azul. Abajo, en rojo, la zona de habla francesa.

A lo largo de la historia de Bélgica, la presión de la mayoría flamenca ha conducido a dividir el país en zonas lingüísticas, según un censo de los años treinta, revisado en 1947. La division se consumó en 1963: así, en el norte del país, la única lengua oficial es el neerlandés y uno solo puede votar a partidos flamencos. En el sur, solo se puede votar a los partidos francófonos y el francés es la única lengua oficial.

Bruselas queda como único nexo entre las dos comunidades y como único territorio oficialmente bilingüe. Aquí se puede votar a los partidos de ambas comunidades lingüísticas y esta excepción se aplica también a todo el distrito electoral (BHV), que ha permanecido inalterado a través de la historia del país.

Lo que molesta a los flamencos es que, al formar Bruselas un distrito común con territorios de Flandes, los francófonos que residen en los pueblecitos flamencos de la periferia de Bruselas tengan derecho a votar a partidos de lengua francesa. Son unos 150.000 votantes potenciales de los que se benefician los partidos francófonos.

Los francófonos, por su parte, desconfían de esta segregación étnica, un paso con el que los nacionalistas flamencos definirían legalmente la forma oficial de Flandes, para una futura independencia. También temen por los derechos de los francófonos de la periferia de Bruselas, hostigados por no hablar neerlandés, aunque existen excepciones legales que les permiten comunicarse en francés con la administración local.

La Comisión Europea siempre esquiva pronunciarse sobre estos hechos.

Esto – y las urgencias electorales de los liberales flamencos – es lo que ha hecho caer el gobierno y lo que ha impedido gobernar este país desde las elecciones de 2007. Y la disputa no tiene ningún aspecto de solucionarse.

Sigue el pulso en la UE

Sigue el pulso entre Alemania y el resto de la UE. A pocas horas de que comience la reunión trimestral de jefes de estado y de gobierno, aún no se ha confirmado si se organizará una rápida reunión de los países del euro, para acordar algo que presentarles a los especuladores e intentar que dejen tranquila la deuda griega.

Fuentes del gobierno alemán dicen que no hay nada que hablar acerca de Grecia en la cumbre de mañana. Si es así, si hay plan, será en los términos que impone Alemania: sólo se asistirá a Grecia si es materialmente incapaz de obtener dinero prestado en los mercados, Europa sólo aportará el dinero que no ponga el Fondo Monetario Internacional y todo ello ligado a sanciones más duras para los reincidentes que pongan el riesgo el euro con su falta de rigor, incluida la expulsión del euro. Tras meses tratando de evitar que el FMI interviniera en la zona euro, Alemania forzará esa intervención. La institución de Washington, en la que Estados Unidos tiene derecho de veto, podría aportar entre 12.000 y 15.000 millones de euros. Los países del euro completarían la cifra hasta 20 ó 30.000 millones. Alemania, principal contribuyente de la UE, se ahorrará algún dinero a cambio de ceder el control al FMI, por encima del Banco Central Europeo y de la Comisión Europea. Según fuentes del gobierno alemán, no ven en ello ningún riesgo para la independencia del BCE. El enfático Durao-Barroso, atareado en no perder protagonismo en el nuevo organigrama institucional, sí percibe esos riesgos y hoy ha vuelto a pedir solidaridad. “No puedo imaginar que en la cumbre no se hable de Grecia”, ha dicho. Nadie puede, pero Alemania está defendiendo sus intereses con una persistencia que no recuerdan quienes más tiempo llevan en Bruselas. Los alemanes no quieren pagar las facturas de otros y, como dice un analista de la agencia alemana APN, un euro bajo es una buena noticia para una economía basada en las exportaciones.

Todos contra Alemania

Todos contra Alemania: la Comisión Europea, la presidencia española, el presidente estable de la UE, Herman Van Rompuy, y el resto de países del euro tratan de presionar al gobierno de Angela Merkel para que acepte debatir fórmulas de ayudar a Grecia en la cumbre del jueves y el viernes; un “instrumento”, según el término más empleado en Bruselas.
Reunión del Consejo Europeo extraordinario del 11 de febrero.

Reunión del Consejo Europeo extraordinario del 11 de febrero.

 
Tanto Van Rompuy como la presidencia española tienen la potestad de incluir este debate en el orden del día, pero no lo harán si tienen la certeza de un resultado decepcionante. 
 
Europa necesita precisar más las medidas de ayuda a Grecia en un documento que sirva para para ahuyentar a los especuladores y permitir que Grecia pueda financiar su deuda a un precio razonable. Pero, cuando los países del euro parecían de acuerdo en la fórmula para ayudar a Grecia, Alemania ha decidido esperar. Antes de aportar dinero de sus contribuyentes, prefiere ver primero cómo Grecia aplica su plan de recortes.
 
Según una encuesta publicada hoy por el Financial Times, el 61% de los alemanes se opone a que su gobierno ayude a Grecia y el 32% expulsaría a Grecia del euro. Y ayer, en una entrevista grabada en la radio alemana, la canceller Merkel previno del riesgo de alentar “falsas expectativas” para la cumbre de esta semana.
 
Todo, pese a los denodados esfuerzos del presidente de la Comisión, Durao-Barroso que, aunque tarde, se ha decidido a plantar cara por una vez a Alemania. Barroso publicó el viernes un apresurado comunicado en el que dice que “está dispuesto a proponer” un instrumento compatible con la legislación europea, basado en préstamos bilaterales de los países del euro a Grecia, coordinados por Bruselas. “No podemos prolongar más esta situación (…), insto a los líderes de la UE a llegar a un acuerdo sobre este instrumento cuanto antes”, dice el comunicado.
 
Uno de los más molestos con la actitud de Alemania, el presidente del eurogrupo Jean-Claude Juncker, se ha curado en salud al decir: “La ayuda de todos se llevará a cabo el día que sea necesaria (…), no veo necesario que sea esta semana”. Juncker sí ve necesario, en cambio, insistir en que habrá un instrumento para ayudar a Grecia y en que se seguirán estudiando las modalidades técnicas. Todo lo demás – la cantidad prestada, la duración del préstamos, el tipo de interés o las condiciones y el momento en los que se llevaría a cabo la operación – queda en el aire. Fuentes de Bruselas hablan de condiciones más duras de las que le impondría a Grecia el FMI, aunque con más libertad que la que concede el FMI a quienes se benefician de sus préstamos.  
 
La “ayuda de todos”, por cierto, no será de todos. Algunos países del euro como Portugal tienen suficientes problemas como para prestar encima dinero a Grecia. España ha anunciado que participará en esa ayuda.

Grecia paralizada: crónica desde Atenas

Los primeros datos indican que la de hoy es la jornada de protesta más numerosa de las organizadas en Grecia contra los duros recortes que pretende el gobierno de George Papandreu. La segunda ronda de recortes ha enfurecido a la mayoría de los griegos, que culpan de esta situación tanto a este gobierno como a los anteriores.
 
Los sindicatos están divididos entre los distintos grados de ortodoxia izquierdista, así que no ha habido una protesta unitaria sino dos: la del sindicato afín al Partido Comunista y la de los afines al PASOK en el gobierno. Según la agencia Associated Press, en total se han congregado 30.000 manifestantes en Atenas.
La policía retiene con violencia a un manifestante en Atenas (AFP).

La policía retiene con violencia a un manifestante en Atenas (AFP).

 
Hacia las 2 de la tarde en Grecia, algunos manifestantes de este segundo grupo, el más numeroso, han pretendido ascender hacia la entrada del Parlamento griego, momento en el que la policía ha tratado de disolver la manifestación. Los manifestantes más radicales, pertenecientes a grupos estudiantiles y anarquistas, se han lanzado entonces a destrozar fachadas de bancos y escaparates a martillazos y a lanzar el mármol de las fachadas a la policía. Un manifestante más viejo ha recriminado a algunos de los más jóvenes, aunque luego ha lanzado piedras a la policía en la desembocadura de la avenida Panepistimiou, una de las principales del centro, en la plaza Omonia. La policía ha cargado con virulencia y ha rociado el centro de Atenas de gas lacrimógeno. Según un manifestante, la policía ha tratado de separar a la cabeza de la manifestación, donde se situaban los sindicatos afines al gobierno, del resto de manifestantes de este grupo. Un policía ha arremetido en moto contra otro manifestante y ha sido golpeado por una multitud cuando ha caído al suelo.