El fenómeno tiene todos los ingredientes. Y ha funcionado. Anna Chapman, una de las diez personas detenidas por pertenecer presuntamente a una red de espionaje ruso en los EEUU, se ha hecho famosa en apenas 24 horas de arresto. Internet se ha llenado de imágenes y vÃdeos de esta joven empresaria, acusada de pasar información al gobierno ruso.

Foto en el perfil de Facebook de Anna Chapman.
El periódico San Francisco Chronicle anunciaba en su edición digital “todas las glamurosas fotos de Facebook de la espÃa rusa”, y, por supuesto, a las pocas horas de conocerse la identidad de la detenida ya habÃa una docena de vÃdeos colgados en You Tube. Su perfil en LinkedIn todavÃa está abierto, y gracias a él sabemos que domina el ruso y el inglés, y que además se puede defender en alemán y francés.
El personaje ya está creado. Sólo le falta que el juez la deje en libertad para convertirse en uno de esos freaks puestos en órbita por la maquinaria multimedia global. Seguro que algún canal de televisión norteamericano ya está pujando por la entrevista en exclusiva.
Como adelanto, aquà dejamos un testimonio de origen desconocido. Una periodista entrevista a Chapman sobre lo fácil que es hacer contactos en Nueva York. “Aquà es más fácil que en Rusia”, asegura la presunta espÃa. Tiene gracia.