Hace ya tres dÃas que hemos vuelto de Japón pero la noticia sigue allÃ. Los reactores de Fukushima continúan representando un pelÃgro, el nivel de contaminación al sur de la central sigue siendo una incógnita, en Tokio se habla ya de alimentos con radiación…. y, no lo olvidemos, ahà siguen estando los miles de muertos, heridos y desplazados por el tsunami. Aún asà decidimos regresar.
Por eso, antes que nada quiero mostrar mi agradecimiento a esta casa. Uno porque cuando las cosas se puesieron feas hizo todo lo posible porque saliésemos del aeropuerto de Haneda cuanto antes. Y dos, porque en ningún momento presionó, cuestionó o trató de interferir en la decisión que el equipo que cubrÃamos la información desde Japón habÃamos tomado. Y repito, podÃa tener motivos para ello porque la información seguÃa, sigue, estando allÃ. Además, ya de vuelta en PekÃn he podido comprobar que esa actitud no se ha dado en otros casos. No todos los medios han tratado con tanto respeto a sus corresponsales. Asà que lo dicho, agradecieminto por partida doble.
Y segundo me gustarÃa contar aquà algo que no contamos ni en los directos ni en los reportajes que grabamos en Japón y que tiene que ver con la segunda foto. Está tomada en el metro de Tokio el dÃa 15 de marzo. Unos minutos antes nos habÃa llegado la noticia de que la radiactividad de Fukushima podÃa alcanzar la capital en cuestión de horas se dijo primero (una de tantas informaciones contradictorias, luego se habló de dÃas).
Sabiendo esto ¿a vosotros qué os sugiere la foto?