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¡A la guillotina!

El primer ajusticiado por guillotina fue un bandido llamado Pelletier, el 27 de mayo de 1792. El nombre del instrumento proviene del cirujano francés Joseph Ignace Guillotin, diputado en la Asamblea Nacional, que la recomendó para su uso en las ejecuciones en sustitución de los métodos tradicionales. Hasta entonces sólo los miembros de la aristocracia tenían el privilegio de ser ajusticiados sin agonía: Eran decapitados con una espada o un hacha. Fue utilizada por última vez en Francia, en septiembre de 1977

Roberto Moso: