En 1962 un informe elaborado por expertos de las Naciones Unidas sobre el estado de la alimentación mundial mostraba que el consumo de carne humana resurgía especialmente en las zonas azotadas por las guerras o por la hambruna. La estimación de los especialistas fue que el 0,3 % de los hambrientos en el mundo, unos seis millones de personas, se alimentaba de otros seres humanos. ¿A qué se debe su resurgimiento en nuestros días? Se apilan, sobre todo, los expedientes de casos tras los que encontramos a criminales patológicos.