Ya no es extraño que digamos que los niños cada vez crecen más rápido. Cada vez comienzan a consumir alcohol antes, utilizan el teléfono móvil más jóvenes y ya de muy pequeños son capaces de navegar por la Red con mayor facilidad que muchos adultos.

Por si fuera poco ahora nos enteramos de que una madre ha regalado una liposucción de 7.000 dólares a su hija de siete años como regalo navideño. Una barbaridad. Y no es la primera porque ya lo hizo en su último cumpleaños con un aumento de pecho por valor de 6.000 dólares.

La atrevida y polémica madre es Sarah Burge, conocida como la Barbie humana ya que se ha gastado más de un millón de dólares en cirugías para sí misma, sino juzgarlo vosotros mismos.

Según Sarah, “Poppy (su hija) pregunta por las operaciones constantemente. Ella quiere estar guapa y las liposucciones son unas operaciones que siempre son útiles“. Y no es lo único ya que toda su corta vida lleva sometiéndose a tratamientos de belleza, desde pedicuras hasta extensiones de cabello, y asiste a clases de pole dancing (barra americana). Sarah ve todo esto como “una inversión, lo mismo que ahorrar para su educación”.

Ahora me pregunto, ¿con 17 años parecerá una niña de diez? No se si le hará mucha gracia.