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La morcilla es una de las 10 comidas más repugnantes del mundo, según un diario inglés

El tabloide británico The Mirror ha elaborado una lista de las que, según su propio criterio, son las 10 comidas más repugnantes del mundo, y en segundo lugar aparece… ¡tachán! La morcilla. En la lengua de Shakespeare, la morcilla recibe el nombre de black pudding (pastel negro) o blood pudding (pastel de sangre), que, en principio, no la hace muy atractiva. Pero,  ¿merece la morcilla codearse con el haggis, un embutido de vísceras de cordero que se sirve dentro del estómago del propio animal, o el balut, un embrión de pato que se cuece y se come dentro de la propia cáscara del huevo?

Repasemos la lista de ‘10 delicias repugnantes’ elaborada por el Mirror:

Haggis: Se trata de un estómago de oveja en cuyo interior se sirven el corazón, el hígado y los pulmones de un cordero, junto con una mezcla de vegetales y espacias.

Morcilla: El Mirror la describe como “una salchicha de sangre de cerdo coagulada con arroz y verduras para hacerla más gruesa”.

Queso de cabeza: Pese a su nombre, no es ningún queso. Se trata de una pasta fría y gelatinosa hecha con la carne de la cabeza de un cerdo o un ternero. Afortunadamente, los ojos y el cerebro no suelen incluirse en esta pasta, pero sí la lengua.

Helado de leche materna: Se sirve en algunos de los restaurantes más de moda en Londres. Rebosante de nutrientes indispensables para todo recién nacido, los que lo han probado afirman que es muy cremoso y dulce.

Huitaloche: Típico de México, se trata de un hongo que crece en el maíz y que provoca la aparición de una especie de bultos oscuros de moho. Algunos granjeros lo tiras, pero otros lo recolectan con mucho cuidado y lo comercializan. Habitualmente se usa como una alternativa a los champiñones.

Cibreo: Tradicional salsa italiana para pasta hecha con crestas y papadas de gallo. Se fríen con hígado de pollo y yemas de huevo. Según dicen, es la salsa perfecta para acompañar unos tagliatelle.

Ostras de las Montañas Rocosas: Pese a su nombre, no se trata de ninguna delicia que provenga del mal. Ni mucho menos. Son testículos de toro pelados, fritos en abundante aceite y servidos como aperitivo junto con una salsa.

Balut: Un auténtico manjar en Asia, su nombre significa “envuelto”. El balut es un embrión de pato que se cuece y se come dentro de la propia cáscara del huevo. El huevo se cuece entre ocho y nueve días después de haber sido puesto para asegurarse de que el embrión será lo suficientemente grande para apaciguar el apetito del comensal.

El balut es un embrión de pato cocido típico de Asia

Sesos de cerdo en conserva: En Sudamérica es bastante habitual encontrar esta ‘delicia’ en los supermercados, justo al lado de los botes de alubias. Enlatados en un jugo de carne lechoso, tienen fama de ser deliciosos si se combinan con unos huevos revueltos para desayunar. Eso sí, hay que consumirlos muy de vez en cuando porque contienen un 1.170% de la cantidad diaria de colesterol recomendada.

Casu Marzu: Es un queso italiano de cabra muy especial. Y es que, una vez hecho, se le introducen miles de larvas vivas que aceleran su putrefacción hasta que se vuelve líquido. Hay incluso quien se come el queso sin apartar las larvas.  Precisamente, es importante cerciorarse de que las larvas están vivas, ya que si no lo están, significa que el queso es tóxico. La venta de este queso está prohibida, pero no su fabricación casera, por lo que es habitual comprarlo en el mercado negro de Cerdeña.

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