La elección ha sido difícil, muy difícil, porque a fuerza de querer ser original y gracioso se acaba… así.
Si tenéis planes para la noche de Halloween y queréis dejar boquiabiertos a todos vuestros amigos y ser los auténticos protagonistas de la noche, por favor, no sigáis estos ejemplos. O sí, según se mire. Pero no olvidéis que, en lo que respecta a disfraces, entre los gracioso y lo soez hay una línea fina, MUY fina.