La obesidad aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, hipertensión y diabetes de tipo II, y a eso hay que sumarle ahora el efecto que esos kilos de más tienen en nuestro cerebro.
Un grupo de investigadores de Los Ángeles asegura que la obesidad afecta de tal forma al cerebro que las personas con muchos kilos de más tienen problemas a la hora de prestar atención, de memorizar y recordar cosas y de planificar y ejecutar acciones. Eso hace que su rendimiento intelectual esté por debajo del de una persona delgada.
En un artículo publicado en la revista Human Brain Mapping, el profesor de neurología de la Universidad de California (UCLA) Paul Thompson desgrana un estudio en el que se han comparado los cerebros de personas obesas con los de personas con sobrepeso y personas con peso normal para observar si existen diferencias en su estructura. El equipo de Thompson ha comprobado que las personas obesas tienen un 8% menos de tejido cerebral que las personas que están en su peso, mientras que los sujetos con sobrepeso tienen un 4% menos.
“Esa considerable pérdida de tejido influye directamente en la capacidad cognitiva del individuo, y le hace ser mucho más propenso a sufrir Alzheimer y otras enfermedades que afectan al cerebro”, subraya Thompson. “Pero ese riesgo puede reducirse con una alimentación sana y manteniendo nuestro peso a raya”.
Al examinar la materia gris y la materia blanca del cerebro, los investigadores han comprobado que la pérdida de tejido cerebral afecta a los lóbulos frontal y temporal, que son las áreas en las que regulan nuestra capacidad para planificar y memorizar. También se ven afectadas las áreas que regulan la atención y la ejecución de diversas funciones, así como la memoria a largo plazo y el movimiento.
Thompson advierte, además, de que “los cerebros de los obesos parecen 16 años más viejos que los de las personas delgadas, y 8 años más viejos que los de las personas con sobrepeso”.