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La lana ha invadido las calles de las principales ciudades del mundo. El frío hierro de señales, semáforos y otros elementos del paisaje urbano a priori tan poco atractivos para el arte, amanecen sorprendentemente embellecidos y abrigados por activistas de la lana.El principal precursor de esta iniciativa que mezcla las formas del graffiti y algo tan tradicional y artesanal como el punto es el colectivo Knitta Please, fundado en 2005 por dos mujeres de Texas, Estados Unidos. Al principio unieron sus fuerzas con el único objetivo de dar salida a sus prendas a medio terminar, pero estos artistas le han cogido el gusto a sus salidas nocturnas.
El grupo ha ido creciendo e incluso se han formado más grupos a la estela de estos estadounidenses, y las prendas de lana ya han tomado la calle en ciudades como Roma, París, Nueva York…
La estética cálida de la lana y el hilo ha llegado a la fría y gris jungla de asfalto para dulcificarla y abrigarla. Árboles, barandillas, señales… Todo es susceptible de embellecer a los ojos de los tejedores furtivos.
