Como de una película de Mary Poppins se tratara en pleno pulmón bilbaino (Parque de Doña Casilda) el pasado domingo se celebró la fiesta del Tiovivo. Este peculiar encuentro organizado por gente de Garabat y  Concept Council aglutinó a más de una treintena de personas que (sobre manteles de cuadros en el cesped) compartieron pastelitos, sándwiches y algún que otro cóctel improvisado.

Entre los asistentes hubo quien se atrevió a recrear con hábil ingenio la época dorada de principios del siglo XX, en el que los paseos y el gozo por los pic-nics campestres estaban a la orden del día

Mientras tanto, en el antiguo tiovivo del parque (concertado por los organizadores) no paraba de sonar Alaska y como de buenos fans de la Diva, una marea de treintañeros invadían sin cesar los pobres caballitos de madera.

La tarde transcurrió magníficamente hasta que la lluvia hizo de las suyas y aguó un poco las esperanzas de diversión. Aún así, el ambiente abierto y distendido que se respiraba, propició el encuentro y tranquilidad de una tarde de domingo.

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