JACK PEÑATE: EVERYTHING IS NEW

JACK PEÑATE es el típico ejemplo de descubrimiento que hace la prensa
musical británica con una sonrisa de oreja a oreja. Los ingleses están
convencidos de que, el día menos pensado, aparecerá el Mesías con su banda
en un pub de Reading y nos salvará a todos llevando Inglaterra de vuelta a
la cima de la cultura popular. De manera que, mientras el NME sigue
esperando esa mezcla de John Lennon y Johnny Rotten que nos redima de
nuestros pecados, y tira piedras contra los falsos profetas (esos deben
ser los Gallagher) que les han dado la espalda, lo que queda es un goteo
interminable de hypes de bolsillo…Jack Peñate es uno de ellos.

JACK PEÑATE debutó en 2007 con un disco (Matinee) que la crítica trató
como si alguien acabara de inventar el coche eléctrico y lo anduviera
regalando en Trafalgar Square; el disco no estaba mal, y Peñate se hizo
habitual de la programación de la BBC con su pop callejero y sus letras de
pub de barrio. Sin embargo, Matinee no hizo mucho ruido fuera de las Islas
y la promesa parecía condenada a incumplirse…

…Pero la verdad es que eso sólo pasa por no tener paciencia: Everything is
New está mucho mejor y, si nadie marea a Peñate incitándole a que se haga
fotos con Justin Timberlake, puede terminar funcionando. Everything is New
sigue siendo un disco de pop inglés, pero afortunadamente multicolor:
Peñate parece una versión no-depresiva de Tim Buckley (Pull my Heart away,
el single Be the One, Body down) con barniz suburbano, olfato mainstream y
más curiosidad por las melodías…pero fundamentalmente, parece un músico
inquieto con ganas de movimiento. El grueso de las canciones de Everything
is New hacen honor a su título renovando los registros que acuñó en
Matinee; cierto toque funk y una notable curiosidad por hacer malabares
con el afrobeat colocan a Peñate en un cruce de caminos entre David Byrne
y bandas como Vampire Weekend. En particular, Byrne proyecta su sombra
(con y sin Talking Heads) sobre Everything is New, el nuevo single
Tonight’s Today y So Near. El resultado es vibrante, optimista y
suficientemente fresco como para tomarse en serio al bueno de Jack.