ARCTIC MONKEYS: HUMBUG

No puedes ser un adolescente para siempre. Quiero decir que está bien y
tal, pero la realidad se empeña en hacerte crecer y hay poco que puedas
hacer al respecto. Alex Turner ya disfrutó lo bastante de su acné con los
dos primeros discos de su banda Arctic Monkeys, y decidió probar a ser
mayor en ratos libres con su grupo paralelo The Last Shadow Puppets. La
experiencia debió gustarle, porque el tercer disco de los Monkeys es la
prueba de que el estirón ha llegado y la urgencia juvenil pasó a mejor
vida.

Para empezar, porque Turner ha escogido como productores a James Ford
(Simian Mobile Disco, Last Shadow Puppets) y a Josh Homme (Queens of the
Stone Age
) dando boleta a Jim Abbiss y a Mike Crossey. Y aunque Ford ya
estuvo a los controles del anterior Favourite Worst Nightmare, tener a
Homme en el estudio es otra cosa. Probablemente sea él el responsable de
que Humbug suene tan diferente de los anteriores, tan clásico e incluso
tan retro: Arctic Monkeys se han convertido en una banda de pop adulto que
cita a Hendrix como influencia y que huye de la pose hooligan de hace un
par de años como de la peste negra. Es lo que hay.

En Humbug, bastan 3 minutos para darse cuenta de todo esto: es lo que dura
la apertura de The Propeller, una pieza de pop adornada por una guitarra
twang en la que Turner canta relajado con el pie lejos del acelerador. El
primer single, Crying Lightning, subraya la metamorfosis acercando a los
Monkeys a los territorios de Pete Doherty (del Pete Doherty menos
disparatado), igual que Dangerous Animals o Potion Approaching parecen
alguna canción anterior a la que hubieran reducido las revoluciones. El
resto de Humbug sigue el mismo patrón, evidenciando que Turner se quiere
ganar el título de escritor de canciones serio como sea: tanto Secret
Door como Cornerstone o Dance Little Liar suenan sospechosamente a Last
Shadow Puppets, y es que no se pueden llevar dos vidas paralelas mucho
tiempo. El conjunto es formalmente superior a los discos anteriores, con
un acabado brillante y calidad fuera de discusión…aunque aquí algo huele
raro, y es que estos Arctic Monkeys no son los gamberros que nos habíamos
acostumbrado a escuchar. Es cuestión de hacerse a la idea, y de pensar que
sería mucho peor si insistieran en el autoplagio. A fin de cuentas, no
puedes ser un adolescente para siempre…

2 thoughts on “ARCTIC MONKEYS: HUMBUG

  1. camila

    yo lo amo a alex asi como sea adolescente adulto o con la banda que tenga .con acne o sin el al fin y al cabo alex es el y no va a dejar de serlo y brillar por que madure o no

    Responder
  2. damien

    En Humbug se nota claramente la influencia the last shadows puppets!!!! es como que avisó que habia un cambio cercano…hay temas que suenan muyy parecido a last shadows….
    muy bien por alex….un grande de verdad!

    Responder

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