Echen un vistazo a éstas instantáneas. Vean, saboreen, sientan su innegable influjo. A la vista de la profesionalidad que derrochan, cualquier observador deducirÃa, de un primer vistazo, que su autor es una persona formada en el arte de la fotografÃa. Yo, osada, basándome en su sensibilidad implÃcita, irÃa más allá apostando a que es una mujer. PensarÃa que sin duda tiene tablas, que ha disparado cientos de editoriales de moda para las revistas más prestigiosas del panorama internacional y que se codea con la “crème de la crème” de la fotografÃa contemporánea. Y estarÃa equivocándome en todo, exceptuando el hecho de que en efecto, el autor es una mujer. O lo será pronto.
Se llama Nirrimi Joy Hakanson, es australiana y atención lectores, tiene 16 años. Ella se autodefine como una aspirante a fotógrafa de moda y explica que “la fotografÃa tocó sus manos y la guió hasta un paraÃso personal cuando tenÃa 13 años”. Es totalmente autodidacta y desde entonces ha visto el mundo a través de una lente. Sus fotografÃas combinan magistralmente contemporaneidad y sensibilidad, convirtiéndolas en el reflejo de una generación que derrocha talento y precocidad a partes iguales. Capaz de ver y retratar la belleza en los detalles más insignificantes, Nirrimi aspira a disparar para Vogue antes de alcanzar la edad adulta. Lo haga o no, lo que es innegable es que su talento innato la llevará muy lejos, mucho más allá de su onÃrico paraÃso personal.