Disco de la semana: Surfer Blood: 'Astro Coast'

SURFERBLOOD

Con ese nombre y esa portada, este Astro Coast de los debutantes Surfer Blood tenía todos los boletos para caer en el saco de novedades olvidables de rollo punk lo-fi. De modo que, cuando estábamos haciendo montones con los discos -vale, con las carpetas de Windows- para cumplir con ese veredicto, nos paramos a pensar, lo escuchamos y comenzamos a darnos golpes con la cabeza en el muro. No tenemos nada grave, gracias.

Surfer Blood son de Florida, que viene a ser en Estados Unidos lo que aquí Benidorm gracias al Imserso. Si a eso añadimos la emigración cubana (o si nos paramos a pensar en Gloria Estefan, mejor), la mansión de Julio Iglesias y los pantanos, parece que hay pocas opciones de encontrar una buena banda de rock alternativo…Sin embargo, Surfer Blood son de Palm Beach y suenan tan brillantes que podrías necesitar gafas ahumadas para escucharlos. Astro Coast es su primer disco largo y, aunque su salida no está prevista hasta inicios de 2010, puedes imaginarte que ya circula por internet, que ya tiene las primeras críticas halagadoras en el bolsillo y que, a fin de cuentas, sólo faltan unas semanas para tenerlo en las manos. Los hypes se fabrican así…

Surfer Blood reúnen un puñado de referencias interesantes: sobre todo, suenan como The Shins recuperando el gusto por el power pop, como Weezer antes de bajar en intensidad con Pinkerton o como Vampire Weekend en sus momentos más inspirados. De unos toman vigor en las guitarras, empaque en las melodías y gusto en el acabado, de otros la vitalidad y esos asomos de calidez tropical tan de moda en la escena indie. El resultado son 10 canciones luminosas, veraniegas, potentes y con el punto justo de sabor. Vale que los Shins se llevan la mayor parte del mérito como influencia, pero el hecho es que Surfer Blood es como un collage de colores y sonidos –por el que desfilan desde los Beach Boys a los Pixies- con el que resulta imposible aburrirse. En Astro Coast hay pequeños retazos de psicodelia pop, inspiración costera y un trabajo vocal más que meritorio que convierte canciones como Swim o Harmonix en un must de los gordos. Reposados hasta lo playero cuando conviene (“Take It Easy”, “Catholic Pagans”…) o vibrantes hasta lo épico (“Twin Peaks”, “Fast Jabroni”), Surfer Blood transmiten tanto buen rollo que dan ganas de empezar a meterlos en la quiniela de los festivales de verano…incluso ahora que ni siquiera se han levantado los árboles de Navidad. Es mejor adelantarse, podéis creernos…este nos lo agradeceréis.

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