Stir the Blood es el tercer disco de estudio de los neoyorquinos The Bravery. The Bravery aún pueden quedarse como un ejemplo de one hit wonder con prórroga si no logran empujar hacia arriba otro hit como lo fue su single “A Honest Mistake”… Su segundo disco (The Sun and TheMoon, 2007) hizo lo que pudo en ese sentido, por más que los resultados no fueran demasiado felices.
Pero el hecho es que The Bravery nos caen bien; de rivalizar con los Killers a telonear a Green Day en su gira americana hay un paso que no es hacia la gloria, pero que tampoco está mal. Si queréis que os seamos sinceros, aún creo que The Bravery son nuestro grupo preferido de synth-punk-revival-new-wave o como se diga, igual que creo que Stir the Blood merece bastante más de lo que, previsiblemente, le va a tocar en el reparto de la ya agotada tarta post-punk. Quiero decir que The Bravery es de los pocos grupos que han encarado una versión de U2 (“An Cat Dubh”) sin parecer unos completos idiotas, y eso es algo que les tengo en cuenta.
Stir the Blood se abre con una canción fantástica que es “Adored”, una perla new wave que suena como los Cars puestos de metanfetamina en el baño del CBGB y que ya tiene acomodo en la maleta de cualquier Korova DJ Set. “Adored” no está sola: “Song for Jacob” es una colisión entre Gary Numan y los primeros Ultravox, “Slow Poison” debería sonar en un remake punk de Blade Runner y “Hatefuck” es un batido radiactivo con tropezones de lo Cure, de los primerísimos U2 y de un montón de escombros nuevaoleros (incluyendo, oh oh, a Eddie Van Halen). El resto del disco es como un carnaval zombie en el que se confunden guiños a los Killers de Human (“I am your Skin”) con resurrecciones ochenteras más o menos imprevistas (Human League en “The Spectator” y “Red Hands and White Knuckles”, los Cure de nuevo en “Jack-O-Lantern Man” y unos intemporales U2 en “Sugarpill”). El resultado es un disco que te hará creer que los 80 fueron mucho más divertidos de lo que realmente fueron y que, por una vez, bucea en el desguace de la era Reagan sin mangarle huesos al esqueleto de Ian Curtis. Vale, es discutible que prefieran los de Bono…
este disco es una pasada la 2,4,5,7,9 son mis favoritas simplemente se sale este disco los llevo siguiendo desde su primer disco y sus discos son una pasada lo malo es que sus canciones en directo no suenan tan bién