Disco de la semana: Yeasayer: "Odd Blood"

Yeasayer

La primera pega que les encontramos a Yeasayer es que, definitivamente, no se parecen a ningún otro grupo alternativo con el que pudiéramos compararlos para aclarar un poco las cosas. Yeasayer es el tipo de grupo que puede gustarte si te gusta Animal Collective, aunque eso o es ninguna garantía, y no podemos asegurarte que los odies de todos modos.También podríamos intentarlo diciendo que Yeasayer van a molarte si te gustan otros grupos underground de Nueva York como Gang Gang Dance o Liars, pero la verdad es que tampoco conocemos a casi nadie que escuche a esos grupos…Sacar a relucir que han girado con MGMT es lo único que queda, aunque eso ya es recurrir a detalles demasiado insignificantes, y se convierte en la segunda pega.

De manera que Yeasayer se van a tener que quedar como un trío de perros verdes sin parentela conocida, y Odd Blood (su segundo largo) como un disco freak donde los haya. Mirándolo bien, hasta puede ser una ventaja: enfrentarse a las 10 canciones de Odd Blood sin saber de dónde vienen ni a dónde van tiene su cosa, y a lo mejor es la manera perfecta de escucharlas.

Odd Blood es un disco de pop esquizoide, extraño, surcado por una vena de psicodelia que sale a la superficie envuelta en arreglos electrónicos y melodías de perfil ochentero. La comparación con MGMT que descartamos ahí arriba empieza a ser más que un detalle después de escuchar el single “Ambling Alp” y, sobre todo, “Madder Red”; en Brooklyn todo el mundo tiene guardada una copia de Oracular Spectacular en su local de ensayo, y se diría que Yeasayer se han estudiado la suya a conciencia. Las cosas se empiezan a aclarar a medida que Odd Blood se abre… “I Remember” se parece más que por casualidad a “Time to Pretend” de MGMT, y “One” juega en la misma liga que sus vecinos de Boy Crisis: funk, electrónica, new wave y pop de neón rosa. Yeasayer se han reencarnado en un grupo de synthpop capaz de recordar a Duran Duran (“Love Me Girl”) o a Japan (“Strange Reunions”, “Grizelda”), de descomponer canciones de pop abstracto (“Mondegreen”, “Rome”) al gusto de Brian Eno y de completar una colección de piezas difíciles de encasillar. En unas semanas sale a la calle, de modo que estate preparado.

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