Disco de la semana: Eels: 'End Times'

Eels End Times

End Times es, desde esta misma semana, el octavo disco de estudio de Eels. Un disco de Eels no es como cualquier otro disco, aunque creas que se puede parecer a unos cuantos que hayas escuchado antes. Eso se debe principalmente a que Mark Oliver Everett tampoco es como cualquier otro compositor/cantante y, aunque sería largo explicarte por qué, podríamos resumirlo en que Everett es, directamente, lo que el 90% de los que quieras proponer como comparación sólo aparentan ser.

End Times tiene una portada en la que Adrian Tomine ha dibujado al propio Everett envejecido, con una lustrosa barba blanca de profeta pirado, rodeado de un aura azul en mitad de una noche suburbana. Las portadas no suelen importar una mierda en la mayoría de los casos, pero este es diferente; Everett lleva tiempo dándole vueltas a la vejez, y esa es exactamente una de las dos líneas maestras -junto con el divorcio y las rupturas de pareja en general- sobre las que descansa End Times. También es el motivo subterráneo de su autobiografía Cosas que los nietos deberían saber, que Blackie Books acaba de publicar en castellano, y que es la mejor guía posible para escuchar y entender este disco (aparte de Carol, claro).

End Times está lleno de canciones frágiles como agujas de hielo: “The Beginning”, “In my Younger Days“, “Little Bird“, “Nowadays”…Todas están escritas con la serenidad triste de alguien que toca la guitarra con el mismo pulso con que otros tocan los resortes que sostienen su vida: Everett hace canciones porque esa es la mejor forma que conoce para hablar de sí mismo, su manera de mirarse al espejo…La imagen que ve en este Fin de los Tiempos privado no es alegre, aunque Everett es inmune al abatimiento. Sin quitar una coma de lo anterior, y entre la nostalgia que salpica la mayor parte de su contenido, End Times también guarda piezas de excepción al tono introspectivo general: en “Paradise Blues” y “Gone Man”, Everett ataca un blues soleado y perfecto, mientras “Unhinged” es una perla de psicodelia calurosa…Tus nietos deberían heredar este disco.

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