La vida en pasado

El pasado 13, 14 y 15 de agosto, se celebró dentro de Goodwood una nueva edición del festival vintage. La época dorada de la moda, el arte, la música y el diseño británico gracias a la recopilación de artículos de lo más cool del periodo entre los años 1940 y 1980.

Este evento al que no pudimos asistir pero miramos con una envidia sana, nos sirve para hacer un repaso de algunas claves para acercarnos al mundo vintage:  tan cerca y tan lejos (el truco está en insistir en las visitas y saber donde ir).

En el blog mi patata corazón hemos encontrado un viaje por diferentes ferias de artículos de segunda mano. Con un punto de nostalgia, coincidimos en la necesitada de acercarnos al pasado para comprender el futuro; aunque muchas veces no consigamos comprender el presente.

Uno de nuestras ferias o encuentros favoritos es el de Ahetze. Esta localidad de Lapurdi acoge cada tercer fin de semana de cada mes un rastro en el que los visitantes pueden encontrar todo lo necesario para acondicionar su casa y su armario. Muebles, ropa, accesorios para el hogar, recambios mecánicos y una amplia gama de artículos de todo tipo es lo que se  puede encontrar allí. La imaginación vuela por sí sola y esta pequeña localidad se convierte en uno de los lugares más relajantes que jamás hayamos visitado.

En Bilbao la oferta es más variada (y a la vez estresante). La calle 2 de mayo, gracias a la asociación del mismo nombre, ofrece la posibilidad de rastrear los puestos y las tiendas que venden ropa de segunda mano todos los primeros sábados de cada mes. Unai Goikolea, también es una referencia para acercarnos a los artículos vintage gracias a su proyecto Ropa de Segunda. Lo organiza en el bar Amor de Madre y sirve para encontrar ropa y complementos mientras te tomas una copa.

La oferta Bilbaína se completa con el rastro que organizan todos domingo por la mañana en la plaza Nueva, aunque los artículos que pueden encontrarse allí no son textiles y los puestos suelen estar llenos de libros, sellos y discos de vinilo (entre otras cosas). Este mismo formato de mercadillo lo repiten en  Gasteiz y Donostia.

Pero si además de bucear entre los artículos y prendas que componen un mercado de segunda mano lo que te gusta es viajar, Princesa nos muestra los secretos de Londres y Madrid. Utilizaremos su guía en nuestra próxima visita a estas dos ciudades.

Berlin es uno de los mejores escaparates de los artículos vintage. Escapar de las rutas más turísticas y adentrarse en pequeños mercados casi familiares puede ayudar a encontrar cosas exclusivas. El barrio de moda, Friedrichshain, todavía no está masificado por los turistas. Puedes visitar su mercado mientras paseas por las terrazas y los establecimientos más cool de la ciudad, sin que los precios sean exagerados (vamos, es un lujo accesible para todos).

Pero tengo que reconocer que mi rastro favorito es el Brooklyn Flea Market que pudimos visitar bajo el puente de Brooklyn de Nueva York el año pasado. La sensación de viajar en el tiempo mientras imaginas estar dentro de una película de Woody Allen es impagable. No será el centro del universo vintage, pero el trato es cercano y uno se siente como en casa.

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