Autor:Â Leonor Karpolov
Finalmente se ha inaugurado, en la ciudad de New York , el parque del High Line.
La ciudad de NY pretende recuperar espacios para sus ciudadanos. Para ello, una de las propuestas más innovadoras -en gran parte por lo sencillo de su planteamiento- ha sido el High Line: una antigua lÃnea ferroviaria convertida en un parque público lineal, de aproximadamente 2,30 km de longitud.
El recorrido va desde la calle Gansevoort hasta la 34, en el West Side de Manhattan. La antigua lÃnea estuvo en funcionamiento entre 1934 y 1980, y se encontraba en desuso desde entonces.
En 1999 se constituyó una asociación para preservar el vial (Friends of the High Line), y en 2004 la ciudad de NY publicó un concurso, cuyo ganador resultó ser el equipo de los paisajistas Field Operations y los arquitectos Diller Scofidio + Renfro. El equipo se componÃa de expertos en horticultura, ingenierÃa, public art…
El resultado es un ejemplo para varias cosas: rehabilitación de patrimonio industrial (poniendo en valor la magnÃfica ingenierÃa y arquitectura fabril de principios de finales del siglo XIX y principios del XX, y que con tanta alegrÃa nos dedicamos a demoler), reutilización del espacio público y redensificación de la ciudad. Todo esto, sin pasar por el -a veces- peaje obligatorio de la sumisión al automóvil.