El violador en serie de San Sebastián ha admitido hoy ser el autor de la agresión sexual de Riberas de Loiola que propició a su detención y relacionarlo con otras cuatro violaciones anteriores, y se ha conformado con ocho años de cárcel por este caso.
De esta manera, el procesado, un joven ecuatoriano identificado como Carlos Germán O.F., acumula ya 27 años y nueve meses de prisión por las cinco agresiones sexuales que cometió en la capital guipuzcoana.
En los dos primeros juicios celebrados en su contra por el intento de violación a una menor en el Paseo de Vizcaya y por unos tocamientos a una chica en el ascensor de un inmueble del barrio de Amara Viejo el procesado intentó defender sin éxito su inocencia, sin embargo en los dos posteriores, las violaciones de una ciudadana colombiana y una estudiante eslovena, se conformó con las penas que solicitaron las acusaciones.
La contundencia de las pruebas existentes en su contra en el caso de Riberas de Loiola, después de que los investigadores encontraran restos de su semen en la vagina de la víctima y sangre de ésta en la ropa íntima del agresor, ha llevado hoy al encausado a admitir también la autoría de esta violación en la vista celebrada esta mañana en la Audiencia de Guipúzcoa.
A preguntas de la Fiscalía, ha reconocido que la madrugada del 25 de octubre de 2008 vio a una joven a la que siguió hasta el barrio de Riberas de Loiola, donde la abordó por detrás a la altura del portal de la víctima y le practicó una “maniobra” para dejarla inconsciente, si bien se ha negado a detallar como logró dejar sin sentido a la perjudicada, a la que después introdujo en el ascensor en el que la bajó a la segunda planta del garaje.
Allí la tumbó en el suelo y “desgraciadamente“, según sus propias palabras, la violó, aunque ha eludido ofrecer más detalles porque, como ha dicho, no los recuerda debido al tiempo transcurrido.
Ha rechazado además, haber robado la cartera a la víctima, pero ha reconocido que se apoderó de un llavero que le fue intervenido por la Policía cuando fue detenido.
Tras la confesión del imputado, las acusaciones y las defensas han renunciado a la práctica del resto de pruebas testificales propuestas y han dado por reproducidas las periciales y documentales, a pesar de lo cual el presidente del tribunal ha leído en la sala las conclusiones de los informes periciales que determinan la existencia de semen del procesado en el cuerpo de la víctima y restos de la sangre de ésta en los calzoncillos del encausado, entre otras evidencias.
Posteriormente, las acusaciones han pedido que se condene al acusado a ocho años por un delito de agresión sexual, y a 24 días de localización permanente por una falta de lesiones y otra de hurto, y han solicitado que, cuando el imputado acceda al tercer grado penitenciario, en caso de que en algún momento le sea concedido, se le sustituya la pena por la expulsión del país, ya que se encuentra en España en situación irregular.
A continuación, el procesado ha sido preguntado sobre su arraigo en España, donde, según ha respondido, tiene numerosa familia desde hace quince años, tras lo que el presidente del tribunal ha declarado el juicio visto para sentencia.
Ésta es la quinta y última vista por los que Carlos Germán O.F. ha sido juzgado por cinco violaciones y agresiones sexuales cometidas por el procesado en San Sebastián con el mismo “modus operandi“, ya que abordaba a sus víctimas de forma sorpresiva, le hacía perder el conocimiento aferrándolas por el cuello y, a continuación abusaba de ellas cuando se encontraban desvanecidas.